Tsunami económico: Qué es, cómo funciona

Tsunami económico: Qué es, cómo funciona

Un tsunami económico es un conjunto generalizado de problemas económicos causados por un único acontecimiento significativo. Los efectos derivados de los tsunamis económicos suelen extenderse a amplias zonas geográficas, a múltiples sectores industriales, o a ambos.

Comprender los tsunamis económicos

Los tsunamis económicos toman su nombre de los tsunamis naturales, que son olas anormalmente grandes provocadas por una alteración del fondo oceánico, como un terremoto. La ola resultante causa destrucción generalizada una vez que alcanza la orilla e inunda zonas costeras bajas, e incluso puede atravesar océanos en sus efectos.
Del mismo modo, los tsunamis económicos generan efectos destructivos más allá de la zona geográfica o el sector industrial en el que se produce el suceso desencadenante. Estas consecuencias pueden ilustrar conexiones previamente no detectadas entre partes de la economía mundial que crean un efecto dominó sólo bajo una tensión extrema.
Dependiendo de la gravedad de las consecuencias y del mecanismo por el que se propaguen, los tsunamis económicos pueden dar lugar a nuevas normativas, ya que los mercados intentan adaptarse o evitar que se repitan en el futuro en condiciones similares.

Ejemplo de tsunami económico

La crisis financiera mundial de 2008 figura entre los ejemplos recientes más frecuentes de tsunami económico. El mercado de hipotecas de alto riesgo en Estados Unidos actuó como detonante en este caso, ya que los grandes bancos de inversión (BI) calcularon mal la cuantía del riesgo en determinados instrumentos de deuda garantizada.
Las tasas de impago inesperadamente elevadas provocaron grandes pérdidas financieras en carteras con elevadas calificaciones crediticias, lo que desencadenó pérdidas masivas para inversiones altamente apalancadas realizadas por instituciones financieras (IF) y fondos de cobertura. La crisis de liquidez resultante se extendió rápidamente más allá del mercado hipotecario de alto riesgo. En respuesta, el gobierno estadounidense se hizo cargo de los gigantes del mercado secundario de hipotecas Fannie Mae y Freddie Mac, mientras que Lehman Brothers se declaró en quiebra. Las pérdidas de Bear Stearns y Merrill Lynch condujeron a la adquisición de esas empresas por JPMorgan Chase & Co. y Bank of America, respectivamente.
Los bancos extranjeros también sufrieron pérdidas por inversiones afectadas por la crisis económica. El sector bancario de Islandia sufrió un colapso casi total tras la crisis de las hipotecas de alto riesgo, hundiendo la economía del país. Mientras tanto, en el Reino Unido, el gobierno británico intervino para rescatar a su sector bancario.
Estados Unidos, el Reino Unido e Islandia emprendieron diversos grados de reforma reguladora tras la crisis. La economía islandesa se reinventó para depender más del turismo que de la banca internacional. Estados Unidos introdujo una serie de controles regulatorios a través de la Ley Dodd-Frank de Reforma de Wall Street y Protección del Consumidor de 2010, así como la Ley de Vivienda y Recuperación Económica de 2008. Muchas de estas normativas reforzaron la supervisión de los préstamos hipotecarios. La respuesta del Reino Unido incluyó la introducción de la Ley de Servicios Financieros en 2012.

Consideraciones especiales

La globalización es una de las principales razones por las que una recesión económica en una parte del mundo puede sentirse al otro lado del globo. Sin una interdependencia económica generalizada entre los mercados de todo el mundo, los tsunamis económicos, junto con sus costes asociados, esencialmente dejarían de existir. Los acuerdos de libre comercio (ALC) entre distintos países han hecho más competitivas a las empresas y han contribuido a bajar los precios que pagan los consumidores por diversos bienes y servicios, pero los beneficios de la globalización vienen acompañados de importantes salvedades.
Unas relaciones económicas y financieras más estrechas conducen también a una mayor transmisión de los choques económicos. La mayor interconexión de las economías nacionales significa que una recesión económica en un país puede crear un efecto dominó a través de sus socios comerciales. Las naciones dependen ahora unas de otras para mantenerse a flote. Si la economía de un comprador o vendedor clave de bienes y servicios experimenta turbulencias, cabe esperar que esto tenga un efecto en cadena, que afecte a las exportaciones e importaciones de otros países.
La creciente interconexión de los mercados financieros mundiales a lo largo del tiempo también se ha convertido en un factor importante en la propagación de los tsunamis económicos. Esto puede verse más arriba en el ejemplo de la crisis financiera mundial y la Gran Recesión, así como en otros acontecimientos anteriores, como la crisis monetaria asiática y el incidente de Long Term Capital Management.
En los primeros seis meses de 2019, los mayores socios comerciales de Estados Unidos fueron, en el siguiente orden: México, Canadá, China, Japón y Alemania.

Guerras comerciales

Los crecientes llamamientos de algunos sectores para deshacer la globalización también están agitando las amenazas de tsunamis económicos, mientras que posiblemente también mitiguen el riesgo planteado por los tsunamis económicos al reducir la dependencia de las cadenas de suministro extranjeras.
Un ejemplo de ello es la guerra comercial entre China y Estados Unidos. Un agrio enfrentamiento entre las dos mayores economías del mundo está perjudicando a las empresas de ambos países, lastrando los mercados de renta variable, las inversiones, el mercado laboral y el gasto de los consumidores. En 2019, el valor de las exportaciones estadounidenses a China cayó significativamente debido a la guerra comercial, lo que afectó a varias industrias como la agricultura, la manufactura y la tecnología.
Las guerras comerciales interrumpen las cadenas de suministro establecidas e imponen aranceles u otras barreras comerciales, lo que puede conducir a precios más altos para los consumidores y un menor acceso al mercado para las empresas. Estas acciones pueden tener consecuencias de gran alcance, no sólo para los países directamente implicados, sino también para la economía mundial en su conjunto.
Aunque las guerras comerciales pueden iniciarse con la intención de proteger las industrias nacionales y el empleo, pueden tener consecuencias negativas no deseadas. Las medidas de represalia adoptadas por los países afectados pueden intensificar las tensiones y provocar un ciclo de mayores restricciones comerciales y perjuicios económicos.

Prepararse para los tsunamis económicos

Dada la interconexión de la economía mundial y el impacto potencial de los tsunamis económicos, es importante que los individuos, las empresas y los gobiernos estén preparados para tales acontecimientos. He aquí algunas estrategias a tener en cuenta:
1. Diversificación: Repartir las inversiones entre diferentes clases de activos, sectores y regiones geográficas puede ayudar a mitigar el impacto de un tsunami económico. La diversificación puede reducir el riesgo de estar muy expuesto a un único acontecimiento o sector.
2. 2. Gestión del riesgo: La aplicación de estrategias de gestión de riesgos, como la creación de fondos de emergencia, tener cobertura de seguros y mantener una cartera equilibrada, puede proporcionar estabilidad financiera en tiempos turbulentos.
3. Seguimiento: Mantenerse informado sobre los indicadores económicos, las tendencias del mercado y los acontecimientos geopolíticos puede ayudar a identificar posibles riesgos y tomar medidas proactivas para mitigarlos.
4. Adaptabilidad: Ser flexible y adaptable en respuesta a las cambiantes condiciones económicas puede ayudar a navegar a través de un tsunami económico. Esto incluye estar abierto a explorar nuevas oportunidades, ajustar las estrategias empresariales y buscar mercados alternativos.
5. Intervención gubernamental: Los gobiernos desempeñan un papel crucial en la respuesta a los tsunamis económicos. La aplicación de marcos reguladores eficaces, la prestación de asistencia financiera a los sectores afectados y el fomento de la estabilidad económica mediante políticas fiscales y monetarias pueden contribuir a mitigar el impacto de tales acontecimientos.
6. 6. Cooperación internacional: Dada la naturaleza global de los tsunamis económicos, la cooperación y coordinación internacional entre países puede ser esencial para gestionar y mitigar sus efectos. Los esfuerzos de colaboración en el comercio, las finanzas y la formulación de políticas pueden ayudar a estabilizar la economía mundial y facilitar la recuperación.

Conclusión

Los tsunamis económicos son acontecimientos importantes que pueden causar problemas económicos generalizados, afectando a diversas industrias y regiones geográficas. Comprender la interconexión de la economía mundial y los mecanismos a través de los cuales se propagan las perturbaciones económicas es crucial para prepararse y mitigar el impacto de tales acontecimientos.
Mediante la diversificación, la gestión del riesgo, la supervisión, la adaptabilidad, la intervención de los gobiernos y la cooperación internacional, los particulares, las empresas y los gobiernos pueden mejorar su capacidad de resistencia y minimizar las consecuencias negativas de los tsunamis económicos. Manteniéndose informados, siendo proactivos y aplicando estrategias eficaces, es posible navegar a través de tiempos económicos turbulentos y salir fortalecidos.
Descargo de responsabilidad: La información proporcionada en este artículo tiene únicamente fines informativos y no debe considerarse asesoramiento financiero o de inversión. Consulte con un asesor financiero profesional o investigue a fondo antes de tomar cualquier decisión de inversión.

Preguntas y respuestas

¿Qué es un tsunami económico?

Un tsunami económico se refiere a un conjunto generalizado de problemas económicos causados por un acontecimiento significativo. Tiene consecuencias de largo alcance que afectan a múltiples sectores industriales o zonas geográficas.

¿Cómo se propagan los tsunamis económicos?

Los tsunamis económicos se propagan a través de la interconexión de la economía mundial. Pueden desencadenarse por un acontecimiento específico, como una crisis financiera, y luego propagarse a través de diversos canales, afectando a mercados, industrias y países de todo el mundo.

¿Cuáles son algunos ejemplos de tsunamis económicos?

Un ejemplo de tsunami económico es la crisis financiera mundial de 2008, que se originó en el mercado de hipotecas de alto riesgo en Estados Unidos pero tuvo efectos generalizados en la economía mundial. Otros ejemplos son la crisis monetaria asiática y las guerras comerciales entre países.

¿Cómo pueden protegerse los particulares de los tsunamis económicos?

Los particulares pueden protegerse de los tsunamis económicos diversificando sus inversiones, aplicando estrategias de gestión de riesgos, manteniéndose informados sobre los indicadores económicos y manteniendo la estabilidad financiera mediante fondos de emergencia y cobertura de seguros.

¿Qué papel desempeñan los gobiernos en la respuesta a los tsunamis económicos?

Los gobiernos desempeñan un papel crucial en la respuesta a los tsunamis económicos. Pueden implementar marcos reguladores, proporcionar ayuda financiera a los sectores afectados y utilizar políticas fiscales y monetarias para estabilizar la economía y promover la recuperación.

¿Por qué es importante la cooperación internacional en la gestión de los tsunamis económicos?

La cooperación internacional es vital en la gestión de los tsunamis económicos porque estos eventos tienen un impacto global. Los esfuerzos de colaboración entre países en áreas como el comercio, las finanzas y la formulación de políticas pueden ayudar a estabilizar la economía mundial, minimizar los efectos negativos y facilitar una recuperación más rápida.

¿Se pueden prevenir los tsunamis económicos?

Aunque tal vez no sea posible prevenir por completo los tsunamis económicos, se pueden tomar medidas para mitigar su impacto. Entre ellas cabe citar la aplicación de estrategias eficaces de gestión de riesgos, la mejora de los marcos reguladores y el fomento de la estabilidad financiera y la resiliencia en los sectores individuales e institucionales de la economía.