Tasa de Intercambio: Definición, factores de cálculo, ejemplos

Comprender las tasas de intercambio: Definición, factores de cálculo y ejemplos

El mundo de las finanzas y el procesamiento de pagos puede ser complejo, con diversas tasas y cargos asociados a cada transacción. Una de ellas es la tasa de intercambio, que desempeña un papel crucial en el ecosistema de pagos con tarjeta de crédito y débito. En este artículo, exploraremos el concepto de tasas de intercambio, cómo funcionan, cómo se determinan y proporcionaremos ejemplos para ayudarle a comprender su importancia.

¿Qué son las tasas de intercambio?

El término “tasa de intercambio” se refiere a una tasa que los comerciantes deben pagar por cada transacción con tarjeta de crédito y débito que procesan. Estas tasas las establecen las empresas emisoras de tarjetas de pago, como Visa, Mastercard, Discover y American Express. El objetivo de las tasas de intercambio es compensar a estas entidades financieras por asumir el riesgo de crédito y los gastos de gestión asociados a estas transacciones.
Las tasas de intercambio no son fijas, sino que las establecen las empresas financieras y están sujetas a revisiones periódicas. Las tasas pueden variar en función de la red de pago utilizada, y suelen calcularse como un porcentaje del importe de la transacción, una tasa fija o una combinación de ambas. Los diferentes tipos de transacción también pueden afectar a la tasa de intercambio, siendo las tasas para las compras en supermercados normalmente más bajas que las de las transacciones en líneas aéreas.

Entender una tasa de intercambio

Las comisiones son un componente esencial de los ingresos generados por los bancos y las empresas de servicios financieros. Estas comisiones pueden ir desde comisiones de administración hasta comisiones de cuenta y pueden cobrarse tanto a clientes como a no clientes. Las tasas de intercambio, también conocidas como tasas swipe, son cargos que se cobran a los comerciantes cada vez que procesan transacciones con tarjetas de crédito o débito.
El importe de una tasa de intercambio viene determinado por la tasa de intercambio. Estas tasas pueden estructurarse como una tasa fija, un porcentaje del importe de la transacción o una combinación de ambas. Las tasas de intercambio pueden variar en función del comerciante y del tipo de transacción que se realice. Además, el tipo de tarjeta utilizada en la transacción, ya sea de débito, crédito o prepago, también puede influir en la tasa de intercambio.
Los ingresos recaudados por las tasas de intercambio se dividen entre la empresa de servicios comerciales (a menudo denominada procesador de pagos) y el emisor de la tarjeta. En las operaciones con tarjeta de crédito, la tasa de intercambio se denomina a veces tasa de reembolso del emisor. En este caso, la tasa suele pagarla el banco del comercio que acepta el giro al banco emisor de la tarjeta, que a su vez la repercute al titular de la tarjeta.
Es importante señalar que las tasas de intercambio no se limitan únicamente a los comercios. Cualquier entidad que acepte tarjetas de pago, incluidas las organizaciones benéficas que aceptan donaciones mediante débito o crédito, está sujeta a estas tasas.

Cómo se determinan las tasas de intercambio

Las tasas de intercambio las fijan las empresas de tarjetas de crédito como Visa, Mastercard, Discover y American Express. Mientras que Visa y Mastercard suelen ajustar sus tasas semestralmente (en abril y octubre), otras empresas de tarjetas de crédito pueden actualizar sus tasas anualmente.
Cada empresa de tarjetas de crédito establece sus tasas de intercambio, y estas tasas las pagan todos los bancos o instituciones comerciales que realizan transacciones con consumidores titulares de tarjetas. Además de la tasa de intercambio, las empresas de procesamiento de tarjetas de crédito pueden incluir tasas adicionales que se repercuten a los minoristas como parte de sus tasas generales de procesamiento.
En algunos casos, los comercios pueden repercutir la tasa de intercambio directamente a sus clientes como un recargo adicional, especialmente en las transacciones inferiores a un determinado importe. Sin embargo, la mayoría de los comercios incorporan los costes transaccionales a sus productos y servicios sin separarlos explícitamente.

Factores transaccionales

Las tasas de intercambio pueden verse influidas por diversos factores relacionados con la transacción. Por ejemplo, diferentes tarjetas ofrecidas por la misma compañía de tarjetas pueden tener diferentes tasas de intercambio. Las tasas suelen expresarse como un porcentaje de la transacción, pero también pueden ser una tasa fija o una combinación de ambas. Varios factores pueden afectar a la tasa aplicada:
1. Tamaño del comercio o empresa: Las tarifas pueden ser más altas para las empresas más pequeñas con menor volumen de ventas en comparación con los grandes minoristas con presencia nacional. Las grandes empresas suelen tener más poder de negociación y pueden conseguir tarifas más bajas con las empresas emisoras de tarjetas.
2. Tipo de transacción: La forma en que se completa una transacción puede influir en la tasa de intercambio. Por ejemplo:
– La tasa de intercambio de las transacciones con tarjeta de débito Visa puede variar si la tarjeta se pasa por un terminal o si el comercio introduce manualmente la información de la tarjeta. Las compras en puntos de venta que utilizan la banda magnética de la tarjeta o un chip RFID suelen tener tasas más bajas que las transacciones sin tarjeta, que requieren la introducción manual de la información de la tarjeta.
– Las tarjetas de débito prepago suelen tener tarifas diferentes a las de las tarjetas de crédito de empresa. Las transacciones con tarjetas de débito suelen tener tasas más bajas porque el riesgo es menor, ya que los fondos ya están presentes en la cuenta del titular. En cambio, las transacciones con tarjeta de crédito conllevan un mayor riesgo de impago, lo que se traduce en comisiones más elevadas cobradas por las empresas emisoras de tarjetas.
Las tasas de intercambio han sido objeto de escrutinio normativo en algunas jurisdicciones. Por ejemplo, en Estados Unidos, la Ley Dodd-Frank de Reforma de Wall Street y Protección del Consumidor de 2010 introdujo normativas destinadas a reducir las tasas de intercambio de tarjetas de débito para determinados bancos y comerciantes. Esta normativa limitaba las comisiones que los grandes bancos podían cobrar por las transacciones con tarjetas de débito y ofrecía a los comerciantes más flexibilidad a la hora de elegir los métodos de pago.
La intervención reguladora puede influir en la estructura y el precio de las tasas de intercambio, pero es importante señalar que éstas siguen siendo una fuente de ingresos fundamental para las entidades financieras y desempeñan un papel significativo en el sostenimiento del ecosistema de las tarjetas de pago.

Ejemplos de tasas de intercambio

Las tasas de intercambio pueden variar en función de los factores comentados anteriormente. He aquí algunos ejemplos para ilustrar la gama de tasas de intercambio:
1. Tarjeta de crédito al consumo Visa:
– Pasada en un terminal físico: 1.51% + $0.10
– Tarjeta no presente (comercio electrónico): 1.80% + $0.10
2. Tarjeta de débito Mastercard:
– Pasada en un terminal físico: 1.55% + $0.15
– Tarjeta no presente (comercio electrónico): 1.80% + $0.15
Es importante señalar que estas tarifas son sólo ejemplos y pueden variar en función de los acuerdos específicos entre procesadores de pagos, emisores de tarjetas y comerciantes.

Conclusión

Las tasas de intercambio son un componente fundamental del ecosistema de pagos con tarjetas de crédito y débito. Estas tasas reflejan las comisiones que los comerciantes deben pagar por cada transacción y compensan a las entidades financieras por el riesgo de crédito y los gastos de gestión asociados a los pagos con tarjeta. Comprender las tasas de intercambio puede ayudar a las empresas a navegar por las complejidades del procesamiento de pagos y a tomar decisiones informadas sobre precios y estrategias transaccionales.
Aunque las tasas de intercambio pueden variar en función de factores como el tipo de transacción, el tipo de tarjeta y el sector, siguen siendo parte integrante del modelo de ingresos de las entidades financieras. Dado que la normativa y la dinámica del mercado siguen evolucionando, mantenerse informado sobre las tasas de intercambio y los desarrollos relacionados puede ayudar a las empresas a optimizar sus estrategias de procesamiento de pagos y mantener la sostenibilidad financiera.
Descargo de responsabilidad: La información proporcionada en este artículo tiene únicamente fines informativos y no debe interpretarse como asesoramiento financiero o jurídico.

Preguntas y respuestas

¿Qué es una tasa de intercambio?

Una tasa de intercambio es una comisión que los comerciantes pagan por cada transacción con tarjeta de crédito y débito que procesan. La fijan las empresas emisoras de tarjetas de pago para compensar el riesgo de crédito y los gastos de gestión asociados a estas transacciones.

¿Cómo se determinan las tasas de intercambio?

Las tasas de intercambio las fijan las empresas emisoras de tarjetas de crédito como Visa, Mastercard, Discover y American Express. Estas tasas pueden variar en función de factores como el tipo de tarjeta utilizada, el tipo de transacción y el tamaño y sector del comerciante.

¿Se pueden negociar las tasas de intercambio?

Las tasas de intercambio las establecen las empresas de tarjetas de crédito y, por lo general, no son negociables para los comerciantes individuales. Sin embargo, los comercios más grandes y con mayor volumen de ventas pueden tener más poder de negociación y conseguir tasas más bajas.

¿Cómo afectan las tasas de intercambio a los comerciantes?

Las tasas de intercambio afectan directamente al coste que supone para los comerciantes aceptar pagos con tarjetas de crédito y débito. Unas tasas de intercambio más elevadas pueden reducir los márgenes de beneficio, especialmente en el caso de comercios con transacciones de escaso valor o elevadas tasas de devolución.

¿Las tasas de intercambio son las mismas para todos los tipos de tarjeta?

No, las tasas de intercambio pueden variar en función del tipo de tarjeta utilizada en la transacción. Por ejemplo, las tasas de las tarjetas de débito suelen ser más bajas que las de las tarjetas de crédito debido al menor riesgo asociado a las transacciones de débito.

¿Se aplican las tasas de intercambio a las transacciones en línea?

Sí, las tasas de intercambio se aplican tanto a las transacciones en persona como en línea. Sin embargo, las transacciones sin presencia de tarjeta, como las realizadas en línea, pueden tener tasas de intercambio más elevadas debido al mayor riesgo de fraude y devoluciones.

¿Pueden los comerciantes repercutir las tasas de intercambio a los clientes?

Los comercios tienen la opción de repercutir las tasas de intercambio a los clientes como un recargo aparte. Sin embargo, muchas empresas optan por incorporar estas tasas a su estructura general de precios en lugar de separarlas explícitamente.