EBITDA: Definición, fórmulas de cálculo, historia y críticas

Definición de EBITD, fórmulas de cálculo, historia y críticas

¿Qué es el EBITDA?

El EBITDA, o beneficio antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones, es una medida de rentabilidad alternativa al beneficio neto. Al incluir la depreciación y la amortización, así como los impuestos y los costes de pago de la deuda, el EBITDA intenta representar el beneficio en efectivo generado por las operaciones de la empresa.
El EBITDA no es una métrica reconocida por los principios de contabilidad generalmente aceptados (GAAP). Algunas empresas que cotizan en bolsa informan del EBITDA en sus resultados trimestrales junto con cifras de EBITDA ajustado que normalmente excluyen costes adicionales, como la compensación basada en acciones.
La creciente atención que empresas e inversores prestan al EBITDA ha suscitado críticas por considerar que exagera la rentabilidad. La Comisión del Mercado de Valores de EE.UU. (SEC) exige a las empresas que cotizan en bolsa que comuniquen las cifras de EBITDA que muestren cómo se han obtenido a partir de los ingresos netos, y les prohíbe comunicar el EBITDA por acción.

Fórmulas y cálculo del EBITDA

Si una empresa no informa de su EBITDA, puede calcularse fácilmente a partir de sus estados financieros. Programas como Excel pueden facilitar el proceso de cálculo. Las cifras de beneficios (ingresos netos), impuestos e intereses se encuentran en la cuenta de resultados, mientras que las cifras de depreciación y amortización se encuentran normalmente en las notas a los beneficios de explotación o en el estado de flujos de caja.
Existen dos fórmulas de EBITDA, una basada en los ingresos netos y otra en los ingresos de explotación, y ambas llegan básicamente al mismo resultado. Las respectivas fórmulas de EBITDA son:
EBITDA = Beneficio Neto + Impuestos + Gastos por Intereses + D&A
o
EBITDA = Resultado de explotación + D&A
donde:
D&A = Depreciación y amortización

Comprender el EBITDA

Al sumar los intereses, los impuestos, la depreciación y la amortización al beneficio neto, el EBITDA puede utilizarse para seguir y comparar la rentabilidad subyacente de las empresas, independientemente de sus hipótesis de depreciación o de sus opciones de financiación.
Al igual que los beneficios, el EBITDA se utiliza a menudo en los ratios de valoración, especialmente en combinación con el valor de empresa como EV/EBITDA, también conocido como múltiplo de empresa.
El EBITDA se utiliza mucho en el análisis de sectores con un uso intensivo de activos, con gran cantidad de inmovilizado material y, en consecuencia, elevados costes de depreciación no monetaria. En estos sectores, los costes que excluye el EBITDA pueden ocultar los cambios en la rentabilidad subyacente, como en el caso de los oleoductos y gasoductos.
Mientras tanto, la amortización se utiliza a menudo para cargar el coste del desarrollo de software u otra propiedad intelectual. Esta es una de las razones por las que las empresas tecnológicas y de investigación en fase inicial pueden utilizar el EBITDA cuando hablan de sus resultados.
Los cambios anuales en los pasivos y activos fiscales que deben reflejarse en la cuenta de resultados pueden no estar relacionados con el rendimiento operativo. Los costes por intereses dependen de los niveles de endeudamiento, los tipos de interés y las preferencias de la dirección respecto a la financiación mediante deuda o mediante capital. Si se excluyen todas estas partidas, la atención se centra en los beneficios en efectivo generados por la actividad de la empresa.
Por supuesto, no todo el mundo está de acuerdo. “Las referencias al EBITDA nos hacen estremecer”, ha escrito Warren Buffett, Consejero Delegado de Berkshire Hathaway Inc. (BRK.A). Según Buffett, la depreciación es un coste real que no puede ignorarse y el EBITDA no es “una medida significativa del rendimiento.”

Ejemplo de EBITDA

Supongamos que una empresa genera 100 millones de dólares en ingresos e incurre en 40 millones de dólares en coste de los bienes vendidos (COGS) y otros 20 millones de dólares en gastos generales. Los gastos de depreciación y amortización ascienden a 10 millones, lo que arroja un beneficio de explotación de 30 millones. Los gastos por intereses ascienden a 5 millones, con lo que el beneficio antes de impuestos es de 25 millones. Con un tipo impositivo del 20%, el beneficio neto es igual a 20 millones de dólares después de restar 5 millones de impuestos al beneficio antes de impuestos. Si la depreciación, amortización, intereses e impuestos se suman a los ingresos netos, el EBITDA es igual a 40 millones de dólares.
Beneficio neto: 20.000.000 $.
Depreciación y Amortización: +$10,000,000
Gastos por intereses: +$5,000,000
Impuestos: +$5,000,000
EBITD $40.000.000

Historia del EBITDA

El EBITDA es un invento de uno de los pocos inversores con un historial que rivaliza con el de Buffett: John Malone, Presidente de Liberty Media. El pionero de la industria del cable inventó esta métrica en los años 70 para ayudar a vender a prestamistas e inversores el valor de las empresas que estaba adquiriendo. Desde entonces, el EBITDA ha ganado popularidad y se utiliza ampliamente en el análisis financiero y las finanzas corporativas.

Inconvenientes del EBITDA

Aunque el EBITDA tiene su utilidad, no está exento de inconvenientes y críticas. Algunos sostienen que el EBITDA puede exagerar la rentabilidad de una empresa al excluir costes importantes como la depreciación y los gastos de capital. Los críticos, incluido Warren Buffett, creen que la depreciación es un coste real que no debe ignorarse al evaluar los resultados de una empresa.
Otra crítica al EBITDA es que puede ser manipulado por las empresas para presentar una imagen más favorable de su salud financiera. Dado que el EBITDA no es una métrica estandarizada y no está regulada por normas contables, las empresas tienen cierta flexibilidad a la hora de calcular y presentar sus cifras de EBITDA. Esta flexibilidad puede dar lugar a incoherencias y dificultar la comparación de las cifras de EBITDA entre empresas.
Además, el EBITDA no tiene en cuenta los cambios en el capital circulante, que pueden tener un impacto significativo en el flujo de caja y la salud financiera general de una empresa. Al excluir estos factores, el EBITDA puede no ofrecer una imagen completa de los resultados financieros de una empresa.

EBITDA vs. EBIT vs. EBT

El EBITDA está estrechamente relacionado con otras dos métricas de rentabilidad: EBIT (beneficios antes de intereses e impuestos) y EBT (beneficios antes de impuestos). Mientras que el EBITDA incluye la depreciación y la amortización, el EBIT excluye estos gastos no monetarios. El EBT, por su parte, excluye tanto la depreciación como los gastos financieros.
Cada uno de estos indicadores ofrece una perspectiva diferente de la rentabilidad de una empresa. El EBITDA se centra en el beneficio en efectivo generado por las operaciones de una empresa, mientras que el EBIT proporciona una medida de la rentabilidad operativa antes de los gastos financieros. El EBT representa los beneficios de una empresa antes de deducir los impuestos.

EBITDA vs. Flujo de caja de explotación

Tanto el EBITDA como el flujo de caja de explotación son parámetros utilizados para evaluar los resultados financieros de una empresa, pero miden aspectos diferentes del flujo de caja de una empresa.
El EBITDA se centra en el efectivo generado por las operaciones de una empresa antes de considerar el impacto de los impuestos, los intereses y los gastos no monetarios. Proporciona información sobre la rentabilidad de las actividades principales de una empresa.
El flujo de caja operativo, por su parte, mide el efectivo generado o consumido por las operaciones de una empresa después de contabilizar impuestos, intereses y cambios en el capital circulante. Tiene en cuenta los flujos de caja reales de las operaciones diarias de la empresa.
Aunque el EBITDA puede ser útil para comparar la rentabilidad de empresas de distintos sectores o con diferentes estructuras de capital, el flujo de caja operativo ofrece una imagen más precisa de la capacidad de una empresa para generar efectivo a partir de sus operaciones.

Preguntas frecuentes

1. ¿Es el EBITDA una métrica ampliamente aceptada?

El EBITDA no es una métrica reconocida por los principios contables generalmente aceptados (PCGA). Es una medida alternativa de rentabilidad que algunas empresas e inversores consideran útil para evaluar los resultados financieros de una empresa.

2. ¿Puede el EBITDA ser negativo?

Sí, el EBITDA puede ser negativo si los gastos de explotación, los gastos por intereses y los impuestos de una empresa superan sus ingresos de explotación.

3. ¿Debo basarme únicamente en el EBITDA a la hora de evaluar una empresa?

Aunque el EBITDA puede proporcionar información valiosa sobre la rentabilidad de una empresa, no debe ser la única métrica utilizada para evaluar una empresa. Es importante tener en cuenta otras métricas y factores financieros, como los ingresos netos, el flujo de caja operativo y el capital circulante, para obtener una comprensión global de la salud financiera de una empresa.

4. ¿Cómo puede manipularse el EBITDA?

Como el EBITDA no está regulado por normas contables, las empresas tienen cierta flexibilidad para calcular y presentar sus cifras de EBITDA. Pueden excluir o incluir determinados gastos o ajustar el cálculo para presentar una imagen más favorable de sus resultados financieros. Es importante que los inversores y analistas evalúen críticamente los componentes y el cálculo del EBITDA al analizar una empresa.

La cuenta de resultados

El EBITDA es una medida alternativa de rentabilidad que intenta representar el beneficio en efectivo generado por las operaciones de una empresa. Incluye depreciación y amortización, impuestos y gastos financieros. Aunque el EBITDA puede ser una medida útil para evaluar el rendimiento financiero de una empresa, tiene sus inconvenientes y debe utilizarse junto con otras medidas financieras para obtener una comprensión global de la salud financiera de una empresa.

Preguntas y respuestas

¿Es el EBITDA una métrica ampliamente aceptada?

El EBITDA no es una métrica reconocida por los principios contables generalmente aceptados (PCGA). Es una medida alternativa de rentabilidad que algunas empresas e inversores consideran útil para evaluar los resultados financieros de una empresa.

¿Puede ser negativo el EBITDA?

Sí, el EBITDA puede ser negativo si los gastos de explotación, los gastos por intereses y los impuestos de una empresa superan sus ingresos de explotación.

¿Debo basarme únicamente en el EBITDA a la hora de evaluar una empresa?

Aunque el EBITDA puede proporcionar información valiosa sobre la rentabilidad de una empresa, no debe ser la única métrica utilizada para evaluar una empresa. Es importante tener en cuenta otras métricas y factores financieros, como los ingresos netos, el flujo de caja operativo y el capital circulante, para obtener una comprensión global de la salud financiera de una empresa.

¿Cómo puede manipularse el EBITDA?

Como el EBITDA no está regulado por normas contables, las empresas tienen cierta flexibilidad para calcular y presentar sus cifras de EBITDA. Pueden excluir o incluir determinados gastos o ajustar el cálculo para presentar una imagen más favorable de sus resultados financieros. Es importante que los inversores y analistas evalúen críticamente los componentes y el cálculo del EBITDA al analizar una empresa.

¿Cuáles son los inconvenientes de utilizar el EBITDA?

El EBITDA tiene sus inconvenientes y críticas. Puede exagerar la rentabilidad de una empresa al excluir costes importantes como la depreciación y los gastos de capital. Además, el EBITDA no tiene en cuenta los cambios en el capital circulante, que pueden tener un impacto significativo en el flujo de caja de una empresa y en su salud financiera general. Además, el EBITDA no es una métrica estandarizada, y las empresas tienen cierta flexibilidad a la hora de calcular y presentar sus cifras de EBITDA, lo que dificulta la comparación entre empresas.

¿Cómo se compara el EBITDA con el flujo de caja operativo?

Tanto el EBITDA como el flujo de caja operativo son parámetros utilizados para evaluar los resultados financieros de una empresa, pero miden aspectos diferentes del flujo de caja de una empresa. El EBITDA se centra en el efectivo generado por las operaciones de una empresa antes de considerar el impacto de los impuestos, los intereses y los gastos no monetarios. El flujo de caja operativo, por su parte, mide el efectivo generado o consumido por las operaciones de una empresa después de contabilizar los impuestos, los intereses y los cambios en el capital circulante. Aunque el EBITDA puede ser útil para comparar la rentabilidad de las empresas, el flujo de caja operativo ofrece una imagen más precisa de la capacidad de una empresa para generar efectivo a partir de sus operaciones.