Gastos generales: Qué significan en las empresas, principales tipos y ejemplos

Gastos generales: Qué significan en las empresas, principales tipos y ejemplos

Cuando se trata de dirigir una empresa, hay varios costes que hay que tener en cuenta. Un aspecto importante de los gastos empresariales son los gastos generales. En este artículo, exploraremos lo que significan los gastos generales en el contexto empresarial, discutiremos sus principales tipos y proporcionaremos ejemplos para ayudarle a entender su importancia en la gestión de las finanzas de su empresa.

¿Qué son los gastos generales?

Los gastos generales son los gastos corrientes de la empresa que no se atribuyen directamente a la creación de un producto o servicio. Abarca los costes en los que se incurre para apoyar las operaciones de la empresa sin estar directamente relacionados con un producto o servicio específico. Aunque los gastos generales no contribuyen directamente al proceso de producción, son esenciales para el buen funcionamiento de la empresa.
Comprender y gestionar los gastos generales es crucial a efectos presupuestarios y para determinar el precio de los productos o servicios a fin de garantizar la rentabilidad. Supervisando y controlando cuidadosamente los gastos generales, las empresas pueden optimizar sus operaciones y mejorar sus resultados financieros.

Tipos de gastos generales

Los gastos generales pueden clasificarse en distintos tipos en función de sus características y su relación con las actividades empresariales. Analicemos los principales tipos de gastos generales:

Gastos generales fijos

Los gastos generales fijos son aquellos que permanecen estáticos durante un largo periodo de tiempo y no cambian con las fluctuaciones de la actividad empresarial. Ejemplos de gastos generales fijos son el alquiler, la amortización, las primas de seguros, los salarios del personal de oficina y el coste de las licencias. Independientemente de si la empresa experimenta un crecimiento o una desaceleración, los gastos generales fijos siguen siendo los mismos.

Gastos generales variables

Los gastos generales variables consisten en costes que fluctúan en función del nivel de actividad de la empresa. Estos costes no son estáticos y aumentan o disminuyen en proporción a las operaciones de la empresa. Algunos ejemplos de gastos generales variables son el material de oficina, los gastos de envío y correo, los gastos de marketing, los honorarios legales y los gastos de mantenimiento. A medida que aumenta la actividad empresarial, los gastos generales variables también tienden a aumentar, mientras que disminuyen durante los periodos de menor actividad.

Gastos generales semivariables

Los gastos generales semivariables representan una combinación de gastos generales fijos y variables. Una parte de estos gastos se incurre con independencia de la actividad empresarial, mientras que la parte restante depende del nivel de operaciones. Ejemplos de gastos generales semivariables son las comisiones y los costes de servicios públicos. En el caso de los servicios públicos, se cobra una cantidad base independientemente de la actividad empresarial, mientras que los cargos adicionales se basan en el uso real.

Otros tipos

Dependiendo de la naturaleza de la empresa, puede haber categorías adicionales de gastos generales. Los gastos generales y administrativos incluyen los costes relacionados con la gestión y administración de la empresa, como los honorarios de los contables, los gastos de recursos humanos y los salarios de los recepcionistas. Los gastos generales de venta abarcan las actividades relacionadas con la comercialización y venta de bienes o servicios, incluidos los gastos de publicidad y las comisiones del personal de ventas. Los gastos generales de investigación, los gastos generales de mantenimiento, los gastos generales de fabricación y los gastos generales de transporte son otras posibles categorías que pueden aplicarse a sectores u operaciones empresariales específicos.

Ejemplos de gastos generales

Para ilustrar mejor el concepto de gastos generales, veamos algunos ejemplos comunes de gastos generales en los que suelen incurrir las empresas:

Alquiler y servicios públicos

Los costes asociados al mantenimiento de un espacio de oficina o fabricación, incluidos el alquiler, el agua, el gas, la electricidad, Internet y los servicios telefónicos, se consideran gastos generales. Además, las suscripciones a plataformas de reuniones virtuales u otras herramientas informáticas necesarias también contribuyen a los gastos generales de una empresa.

Gastos administrativos

Los costes administrativos engloban diversos gastos relacionados con el funcionamiento de la empresa. Incluyen el material de oficina, los salarios de los empleados de oficina y los honorarios externos de abogados y auditores. Ya se trate de abastecer la oficina con los suministros necesarios o de contratar a auditores externos para garantizar el cumplimiento de la normativa, estos costes contribuyen a los gastos generales generales de la empresa.

Seguros

Las empresas suelen estar obligadas a contratar varios tipos de seguros para operar legalmente y proteger sus activos. Estos costes de seguro, como el seguro de propiedad, el seguro de responsabilidad civil, el seguro médico de los empleados y el seguro de vehículos, se consideran gastos generales. Aunque no generan ingresos directamente, las empresas deben destinar fondos a los seguros para mitigar los riesgos y cumplir los requisitos legales.

Beneficios para empleados

Muchas empresas ofrecen beneficios y ventajas adicionales a sus empleados para aumentar la productividad y la satisfacción laboral. Estos beneficios, como aperitivos en la oficina, descuentos en gimnasios, retiros de empresa o coches de empresa, entran en la categoría de gastos generales. Aunque puede que no repercutan directamente en los bienes o servicios que ofrece la empresa, contribuyen al coste global de mantener un entorno de trabajo favorable.

Consideraciones especiales

Los gastos generales suelen ser gastos generales que se aplican a todas las operaciones de la empresa. A menudo se acumulan como una suma global y luego se asignan a proyectos o departamentos específicos en función de los inductores de costes. Por ejemplo, mediante el cálculo de costes por actividades (ABC), las empresas pueden asignar gastos generales a productos o servicios específicos en función de las actividades que generan dichos costes.
Es importante que las empresas revisen y analicen periódicamente sus gastos generales para identificar posibles áreas de reducción u optimización de costes. Aplicando medidas de ahorro, racionalizando las operaciones y adoptando soluciones tecnológicas, las empresas pueden gestionar eficazmente sus gastos generales y mejorar sus resultados.

Preguntas frecuentes sobre gastos generales

1. ¿Por qué son importantes los gastos generales para las empresas?
Los gastos generales son cruciales para presupuestar, fijar precios y determinar la rentabilidad de los productos o servicios. Ayuda a las empresas a comprender el verdadero coste de las operaciones y garantiza que se contabilicen todos los gastos necesarios.
2. ¿Cómo pueden controlar las empresas los gastos generales?
Las empresas pueden controlar los gastos generales supervisando cuidadosamente los gastos, buscando oportunidades de ahorro, negociando mejores acuerdos con los proveedores, mejorando la eficiencia operativa y adoptando soluciones tecnológicas que automaticen los procesos.
3. ¿Cuál es la diferencia entre gastos generales y costes directos?
Los costes directos son los gastos directamente asociados a la creación de un producto o la prestación de un servicio, mientras que los gastos generales son los gastos corrientes necesarios para mantener la empresa, pero no están directamente vinculados a productos o servicios específicos.
4. 4. ¿Pueden reducirse los gastos generales?
Sí, los gastos generales pueden reducirse mediante un análisis cuidadoso, la identificación de áreas ineficientes, la aplicación de medidas de ahorro y la optimización de los procesos empresariales. La evaluación y supervisión periódicas de los gastos generales pueden ayudar a las empresas a identificar oportunidades de reducción de costes.

La cuenta de resultados

Conocer los gastos generales y sus distintos tipos es esencial para gestionar la salud financiera de una empresa. Mediante un seguimiento y control precisos de los gastos generales, las empresas pueden optimizar sus operaciones, mejorar la rentabilidad y alcanzar el éxito a largo plazo. Tomar medidas proactivas para gestionar los gastos generales puede contribuir a la eficiencia y competitividad generales de una empresa en el dinámico entorno empresarial actual.
Fuentes:
– Investopedia: Gastos generales: Qué significan en las empresas, principales tipos y ejemplos

Preguntas y respuestas

¿Por qué son importantes los gastos generales para las empresas?

Los gastos generales son cruciales para presupuestar, fijar precios y determinar la rentabilidad de los productos o servicios. Ayuda a las empresas a comprender el coste real de las operaciones y garantiza que se contabilicen todos los gastos necesarios.

¿Cómo pueden controlar las empresas los gastos generales?

Las empresas pueden controlar los gastos generales controlando cuidadosamente los gastos, buscando oportunidades de ahorro, negociando mejores acuerdos con los proveedores, mejorando la eficiencia operativa y adoptando soluciones tecnológicas que automaticen los procesos.

¿Cuál es la diferencia entre gastos generales y costes directos?

Los costes directos son los gastos directamente asociados a la creación de un producto o la prestación de un servicio, mientras que los gastos generales son los gastos corrientes necesarios para mantener la empresa, pero no están directamente vinculados a productos o servicios específicos.

¿Se pueden reducir los gastos generales?

Sí, los gastos generales pueden reducirse mediante un análisis cuidadoso, la identificación de áreas ineficientes, la aplicación de medidas de ahorro y la optimización de los procesos empresariales. La evaluación y supervisión periódicas de los gastos generales pueden ayudar a las empresas a identificar oportunidades de reducción de costes.

¿Cómo pueden las empresas asignar gastos generales a proyectos o departamentos específicos?

Las empresas pueden utilizar métodos como el cálculo de costes por actividades (ABC) para asignar los gastos generales a proyectos o departamentos específicos en función de las actividades que generan esos costes. Esto permite una asignación más precisa de los gastos y ayuda a determinar el coste real de cada proyecto o departamento.

¿Qué medidas de ahorro pueden aplicar las empresas para gestionar los gastos generales?

Las empresas pueden aplicar varias medidas de ahorro para gestionar los gastos generales, como reducir el consumo de energía, adoptar tecnología basada en la nube para eliminar costes de hardware y mantenimiento, renegociar contratos con proveedores para conseguir mejores precios, implantar sistemas eficientes de gestión de inventarios y optimizar los niveles de personal para evitar el exceso de personal.

¿Con qué frecuencia deben revisar las empresas sus gastos generales?

Se recomienda que las empresas revisen sus gastos generales con regularidad, al menos anual o trimestralmente. Al realizar revisiones periódicas, las empresas pueden identificar áreas de reducción de costes, optimizar las operaciones y mantenerse competitivas y eficientes desde el punto de vista financiero.