Cuándo se creó el FAD?

El Fondo Designado por el Donante (DAF) se ha convertido en un medio cada vez más popular para que particulares y familias hagan donaciones a causas benéficas. Sin embargo, a pesar de su creciente popularidad, muchas personas aún desconocen la historia y la finalidad de los DAF. Una de las preguntas más frecuentes es cuándo se creó el DAF. En este artículo, exploraremos la historia del DAF, examinaremos cuándo se estableció por primera vez y discutiremos su propósito e impacto en las donaciones caritativas.

¿Qué es el DAF?

Un Fondo Designado por el Donante (DAF, por sus siglas en inglés) es un tipo de cuenta de donaciones benéficas que permite a los donantes realizar aportaciones a un fondo, recibir una deducción fiscal inmediata y, a continuación, recomendar subvenciones a organizaciones benéficas a lo largo del tiempo. Los DAF suelen estar patrocinados por fundaciones comunitarias, organizaciones benéficas comerciales u otras organizaciones que gestionan el fondo en nombre del donante.

Los donantes pueden aportar a su DAF una amplia gama de activos, como dinero en efectivo, valores y otros tipos de bienes. Una vez que los activos han sido aportados al DAF, dejan de ser propiedad del donante y pasan a ser propiedad de la organización patrocinadora. Sin embargo, el donante conserva privilegios consultivos sobre la forma en que los activos se conceden a las organizaciones benéficas.

Los DAF se han hecho cada vez más populares en los últimos años debido a su flexibilidad, ventajas fiscales y facilidad de uso. Permiten a los donantes apoyar causas benéficas a lo largo del tiempo, al tiempo que ofrecen una forma sencilla y eficaz de gestionar sus donaciones. Además, los DAF pueden ser una herramienta útil para la planificación del patrimonio, ya que permiten a los donantes incluir las donaciones benéficas como parte de su legado.

Historia del DAF

El concepto de DAF se remonta a la década de 1930, cuando empezaron a surgir las fundaciones comunitarias en Estados Unidos. Estas fundaciones se crearon para que los particulares pudieran reunir sus recursos benéficos y tener un mayor impacto en sus comunidades.

En los años setenta, Fidelity Charitable y la Greater Kansas City Community Foundation crearon los primeros DAF comerciales. Estos primeros DAF fueron utilizados principalmente por personas y familias con grandes patrimonios que buscaban una forma más eficaz de gestionar sus donaciones benéficas.

En la actualidad, los DAF se han convertido en un instrumento de donación de uso generalizado, con más de 800.000 cuentas individuales de DAF y más de 140.000 millones de dólares en activos gestionados. El crecimiento de los DAF puede atribuirse a varios factores, como los cambios en la legislación fiscal, el aumento de las donaciones filantrópicas y los avances tecnológicos que han facilitado la creación y gestión de estas cuentas.

A pesar de su creciente popularidad, los DAF también han sido objeto de críticas por parte de algunos sectores. Los críticos han argumentado que los DAF se utilizan como paraíso fiscal para personas adineradas y que no hacen lo suficiente para garantizar que los fondos se distribuyan a causas benéficas de forma oportuna y eficaz. Sin embargo, los defensores de los DAF sostienen que constituyen una herramienta importante para las donaciones benéficas y que son una forma eficaz de apoyar una amplia gama de causas y organizaciones.

¿Cuándo se creó el DAF?

El primer Fondo Designado por el Donante (DAF) fue creado en 1931 por el New York Community Trust. Sin embargo, no fue hasta la década de 1970 que el DAF se hizo más ampliamente disponible como un vehículo de donaciones caritativas.

En 1969, Fidelity Charitable creó el primer DAF comercial, que permitía a los donantes realizar aportaciones a un fondo y obtener una deducción fiscal inmediata. La Greater Kansas City Community Foundation hizo lo mismo en 1978, y otras fundaciones comunitarias y organizaciones benéficas comerciales pronto empezaron a ofrecer también DAF.

Desde entonces, la popularidad de los DAF ha crecido significativamente, con más de 800.000 cuentas individuales de DAF y más de 140.000 millones de dólares en activos gestionados. Hoy en día, los DAF son una forma habitual de donar a causas benéficas por parte de particulares y familias, y son ofrecidos por una amplia gama de organizaciones, incluidas fundaciones comunitarias, organizaciones benéficas comerciales y patrocinadores de fondos asesorados por donantes.

¿Cómo funciona el DAF?

Los Fondos Asesorados por Donantes (DAF, por sus siglas en inglés) funcionan permitiendo a los donantes realizar aportaciones a un fondo y luego recomendar subvenciones a organizaciones benéficas a lo largo del tiempo. Los DAF suelen estar patrocinados por fundaciones comunitarias, organizaciones benéficas comerciales u otras organizaciones que gestionan el fondo en nombre del donante.

Para establecer un DAF, el donante realiza una aportación irrevocable en efectivo, valores u otro tipo de activos a la organización patrocinadora. El donante recibe una deducción fiscal inmediata por la aportación y puede recomendar subvenciones a organizaciones benéficas con cargo al fondo a lo largo del tiempo.

Una vez que los activos se han aportado al DAF, pasan a ser propiedad de la organización patrocinadora. Sin embargo, el donante conserva los privilegios de asesoramiento sobre la forma en que se conceden los activos a las organizaciones benéficas. La organización patrocinadora es responsable de gestionar el fondo, invertir los activos y garantizar que las subvenciones se conceden a organizaciones benéficas cualificadas.

Los donantes pueden contribuir a sus DAF en cualquier momento y con cualquier cantidad, siempre que la organización patrocinadora haya establecido una cantidad mínima de contribución. Los donantes también pueden recomendar subvenciones de sus DAF a organizaciones benéficas en cualquier momento, con sujeción a las políticas y procedimientos de la organización patrocinadora.

El impacto del FAD

El Fondo Designado por el Donante (DAF) ha tenido un impacto significativo en las donaciones benéficas en Estados Unidos. Los DAF se han convertido en una forma cada vez más popular para que particulares y familias hagan donaciones a causas benéficas, y han proporcionado una importante fuente de financiación para organizaciones sin ánimo de lucro y otras organizaciones benéficas.

Una de las principales ventajas de los DAF es su flexibilidad. Los donantes pueden aportar una amplia gama de activos a sus DAF, incluyendo dinero en efectivo, valores y otros tipos de bienes. Esta flexibilidad permite a los donantes apoyar a una amplia gama de organizaciones y causas, desde organizaciones sin ánimo de lucro locales a organizaciones benéficas nacionales e internacionales.

Los DAF también han tenido un impacto significativo en el panorama filantrópico. Dado que los DAF permiten a los donantes realizar aportaciones y obtener una deducción fiscal inmediata, han animado a más personas a donar a causas benéficas. Además, los DAF han proporcionado una herramienta importante para la planificación del patrimonio, permitiendo a los donantes incluir las donaciones caritativas como parte de su legado.

Los detractores de los DAF han argumentado que se utilizan como paraíso fiscal para personas adineradas y que no hacen lo suficiente para garantizar que los fondos se distribuyan a causas benéficas de forma oportuna y eficaz. Sin embargo, los partidarios de los DAF sostienen que constituyen una herramienta importante para las donaciones benéficas y que son una forma eficaz de apoyar una amplia gama de causas y organizaciones.

Conclusión

El Fondo Designado por el Donante (DAF, por sus siglas en inglés) se ha convertido en un medio cada vez más popular para que particulares y familias hagan donaciones a causas benéficas. Desde su creación en la década de 1930, los DAF han crecido en popularidad y disponibilidad, con más de 800.000 cuentas individuales de DAF y más de 140.000 millones de dólares en activos gestionados.

Los DAF ofrecen una serie de ventajas a los donantes, como la posibilidad de obtener una deducción fiscal inmediata por las aportaciones, la flexibilidad para aportar una amplia gama de activos y la posibilidad de recomendar donaciones a organizaciones benéficas a lo largo del tiempo. También constituyen una herramienta importante para la planificación del patrimonio, ya que permiten a los donantes incluir las donaciones benéficas como parte de su legado.

A pesar de las críticas de algunos sectores, los DAF han tenido un impacto significativo en las donaciones benéficas en Estados Unidos, proporcionando una importante fuente de financiación para organizaciones sin ánimo de lucro y otras organizaciones benéficas. A medida que aumente la popularidad de los DAF, es probable que sigan desempeñando un papel importante en las donaciones benéficas en los próximos años.

FAQ

¿Cuándo se creó el primer Fondo Designado por el Donante (DAF)?

El primer DAF fue creado en 1931 por el New York Community Trust.

¿Cuándo se generalizó el uso de los DAF como instrumento para donaciones benéficas?

No fue hasta la década de 1970 que los DAF se hicieron más ampliamente disponibles como vehículo de donaciones benéficas.

¿Quién creó el primer DAF comercial?

El primer DAF comercial fue creado por Fidelity Charitable en 1969.

¿Cuál es la finalidad del DAF?

El objetivo principal del DAF es ofrecer a los donantes una forma sencilla y eficaz de gestionar sus donaciones benéficas, al tiempo que proporciona una importante fuente de financiación para organizaciones sin ánimo de lucro y otras organizaciones benéficas.

¿Cuál es el impacto del DAF?

El DAF ha tenido un impacto significativo en las donaciones benéficas en Estados Unidos, proporcionando una importante fuente de financiación para organizaciones sin ánimo de lucro y otras organizaciones benéficas. Además, los DAF han animado a más personas a donar a causas benéficas y han proporcionado una herramienta importante para la planificación del patrimonio.