Venta de dividendos: Qué es, cómo funciona
La venta de dividendos se refiere a una táctica de venta deshonesta utilizada por algunas empresas de corretaje poco éticas. Consiste en recomendar a un cliente la compra de una empresa que paga dividendos, poco antes de la fecha de pago de ese dividendo.
Este argumento de venta, que normalmente se hace a clientes financieramente poco sofisticados, consiste en transmitir la impresión de que el pago de dividendos constituye una forma de ingresos gratuitos para el cliente. En realidad, esta impresión es muy engañosa porque el precio de mercado de las acciones que pagan dividendos generalmente disminuye en una cantidad igual al pago de dividendos poco después de la fecha de pago.
Desde la perspectiva del corredor, estas operaciones pueden ser una forma fácil de generar ingresos por comisiones una y otra vez, a pesar de que no redundan en beneficio del cliente. En consecuencia, la venta de dividendos está mal vista en el sector de la gestión de inversiones.
Preguntas y respuestas
¿Qué es la venta de dividendos?
La venta de dividendos es una táctica de venta utilizada por empresas de corretaje poco éticas para animar a los clientes a invertir en empresas que pagan dividendos con falsos pretextos. Consiste en recomendar la compra de esas acciones poco antes de la fecha de pago de dividendos, engañando a los clientes para que crean que el pago de dividendos es una forma de ingresos gratuitos.
¿Por qué se considera poco ética la venta de dividendos?
La venta de dividendos se considera contraria a la ética porque engaña a los clientes al presentar el pago de dividendos como un ingreso gratuito cuando, en realidad, el precio de mercado de las acciones que pagan dividendos suele disminuir en la misma cantidad que el pago de dividendos poco después de su abono. Esta táctica sirve al interés del corredor de generar ingresos por comisiones en lugar de actuar en el mejor interés del cliente.
¿Quién es vulnerable a la venta de dividendos?
Los inversores de edad avanzada que dependen de sus carteras para la jubilación pueden ser especialmente vulnerables a la venta de dividendos. Pueden confiar más en sus agentes y estar más inclinados a buscar ingresos adicionales, lo que les convierte en objetivos atractivos para agentes sin escrúpulos que explotan su falta de conocimientos y su dependencia financiera.
¿Cómo funciona la venta de dividendos?
La venta de dividendos consiste en que los corredores de bolsa convencen a sus clientes para que compren acciones basándose en la promesa de próximos dividendos. El corredor induce al cliente a creer que esta compra le conviene por los ingresos supuestamente gratuitos que le proporcionarán los dividendos. Sin embargo, una vez que se paga el dividendo, el mercado ajusta eficazmente el precio de la acción para reflejar la disminución del flujo de caja futuro, lo que da lugar a una disminución del valor de la acción.
¿Puede perjudicar a los inversores la venta de dividendos?
Sí, la venta de dividendos puede perjudicar a los inversores, especialmente a los que no son conscientes de la naturaleza engañosa de esta práctica. Los inversores que caen presa de la venta de dividendos pueden acabar comprando acciones a precios inflados, suponiendo que recibirán un dividendo gratis. Cuando el mercado se corrige y el precio de las acciones baja tras el pago del dividendo, los inversores pueden sufrir pérdidas financieras.
¿Cómo pueden protegerse los inversores de la venta de dividendos?
Para protegerse de la venta de dividendos, los inversores deben informarse sobre las estrategias de inversión, investigar a fondo las acciones y los dividendos y buscar el asesoramiento de asesores financieros acreditados. Al estar informados y conocer las tácticas utilizadas en la venta de dividendos, los inversores pueden tomar decisiones de inversión acertadas y evitar ser víctimas de prácticas engañosas.
¿Qué señales de alarma hay que tener en cuenta en la venta de dividendos?
Algunas de las señales de alarma que hay que tener en cuenta en la venta de dividendos son que los intermediarios presionen a los clientes para que tomen decisiones de inversión rápidas en función de los próximos dividendos, que prometan ingresos gratuitos o que resten importancia a los posibles riesgos y desventajas de la inversión. Los inversores deben ser cautos si las recomendaciones de un intermediario parecen demasiado buenas para ser ciertas y buscar siempre verificación y asesoramiento independientes.