Vender en mayo y marcharse: Definición, estadísticas e inconvenientes
El concepto de “Sell in May and Go Away” (vender en mayo y marcharse) ha ganado popularidad en el mundo de las finanzas. Este adagio sugiere que los inversores deberían vender sus acciones en mayo y pasarse a la renta fija u otras inversiones hasta noviembre. La idea se basa en datos históricos que indican un comportamiento más débil del mercado de valores durante el periodo de mayo a octubre en comparación con la otra mitad del año.
¿Qué es “vender en mayo y marcharse”?
El dicho “Sell in May and go away” (vende en mayo y vete) se refiere a los malos resultados históricos de las acciones de mayo a octubre. Este patrón fue popularizado por el Stock Trader’s Almanac, que descubrió que invertir en acciones de noviembre a abril y cambiar a renta fija u otras inversiones para los meses restantes había producido rendimientos fiables con un riesgo reducido desde 1950.
Según Fidelity Investments, la divergencia de rendimiento ha seguido siendo pronunciada en los últimos años. El índice S&P 500, por ejemplo, ha ganado una media de alrededor del 2% de mayo a octubre desde 1990, frente a una media de aproximadamente el 7% de noviembre a abril.
La tendencia a la divergencia estacional también se ha observado en los mercados bursátiles de fuera de EE.UU., lo que indica que el patrón es notablemente sólido.
Teorías sobre la divergencia estacional
La pauta histórica de peores resultados bursátiles de mayo a octubre puede atribuirse a diversos factores. Si bien las pautas estacionales ligadas a la agricultura, que históricamente han influido en los mercados financieros, han perdido importancia, otros factores pueden contribuir a la persistencia de la estacionalidad en los flujos de inversión.
Por ejemplo, las primas de fin de año del sector financiero y empresarial, junto con la fecha límite de presentación de la declaración de la renta en Estados Unidos, a mediados de abril, podrían influir en los flujos de inversión y contribuir a la pauta observada.
Además, los desplomes bursátiles de octubre en 1987 y 2008 han reforzado aún más la divergencia histórica entre el comportamiento de las acciones de mayo a octubre y los demás meses del año.
¿Por qué no vender en mayo y marcharse?
Aunque es innegable la pauta histórica de un comportamiento más débil de los mercados bursátiles en los meses de verano, es importante señalar que las pautas históricas no predicen con fiabilidad el futuro. Los patrones históricos bien conocidos, en particular, tienden a perder su eficacia si demasiados inversores empiezan a seguirlos.
Además, las medias de la tendencia estacional pueden ocultar fluctuaciones sustanciales de un año a otro. En un año determinado, la influencia de la estacionalidad puede verse eclipsada por otras consideraciones acuciantes. Por ejemplo, vender en mayo no habría sido beneficioso en 2020, cuando el S&P 500 experimentó un descenso significativo debido a la pandemia de COVID-19, pero se recuperó con fuerza de mayo a octubre.
De hecho, en la última década, la mitad estival del año bursátil -tradicionalmente asociada a un rendimiento más débil- ha registrado rentabilidades sólidas aunque no espectaculares, sin descensos significativos desde 2011, según LPL Research.
Alternativas al ‘vende en mayo y vete’
En lugar de adherirse estrictamente al adagio “Vende en mayo y vete”, los inversores que creen en el patrón estacional pueden considerar estrategias alternativas. Un posible enfoque consiste en rotar de los sectores de mercado de mayor riesgo a aquellos que tienden a obtener mejores resultados durante los periodos de debilidad del mercado.
Por ejemplo, un índice personalizado que representa una estrategia de rotación entre valores de atención sanitaria y de consumo básico mantenidos de mayo a octubre y sectores de mercado más sensibles económicamente de noviembre a abril ha mostrado un rendimiento significativamente superior en comparación con el S&P 500 entre 1990 y 2021, según Pacer ETFs.
Sin embargo, es importante recordar que la situación de cada inversor es única y que las decisiones de inversión deben basarse en una evaluación exhaustiva de los objetivos individuales, la tolerancia al riesgo y las condiciones del mercado. Para muchos inversores minoristas con objetivos a largo plazo, la estrategia de comprar y mantener -mantener la renta variable durante todo el año- sigue siendo viable a menos que se produzcan cambios significativos en los fundamentales.
Conclusión
El concepto de “Vender en mayo y marcharse” ha llamado la atención debido al bajo rendimiento histórico de las acciones de mayo a octubre. Aunque la pauta es evidente, su poder predictivo es cuestionable y existen inconvenientes a la hora de basarse únicamente en pautas históricas para tomar decisiones de inversión.
Los inversores deben considerar un enfoque global que tenga en cuenta las circunstancias individuales, la tolerancia al riesgo y las condiciones del mercado. Explorar estrategias alternativas, como la rotación sectorial, puede proporcionar un enfoque más matizado y flexible de la gestión de inversiones.
En última instancia, tomar decisiones de inversión informadas requiere un análisis cuidadoso, diversificación y una perspectiva a largo plazo que se ajuste a las metas y objetivos financieros individuales.
Preguntas y respuestas
¿Qué significa “Vende en mayo y vete”?
“Vender en mayo y marcharse” es un dicho financiero que sugiere a los inversores que vendan sus acciones en mayo y opten por la renta fija u otras inversiones hasta noviembre. Se basa en datos históricos que indican un peor comportamiento del mercado bursátil durante el periodo de mayo a octubre.
¿Es la divergencia estacional en los resultados bursátiles un indicador fiable?
Aunque la pauta histórica de un menor rendimiento bursátil de mayo a octubre está bien documentada, las pautas históricas no siempre predicen el futuro con exactitud. La eficacia de las pautas históricas bien conocidas tiende a disminuir si demasiados inversores empiezan a seguirlas. Es importante tener en cuenta otros factores y las condiciones actuales del mercado a la hora de tomar decisiones de inversión.
¿Por qué se produce la divergencia estacional en los resultados bursátiles?
Las razones exactas de la divergencia estacional en el rendimiento de los mercados bursátiles no se comprenden del todo. Aunque la influencia de los ciclos agrícolas, que históricamente han afectado a los mercados financieros, ha disminuido, otros factores pueden contribuir al patrón observado. Entre los factores potenciales figuran las primas de fin de año del sector financiero y empresarial, consideraciones fiscales y el impacto de anteriores desplomes bursátiles en octubre.
¿Se ha mantenido en los últimos años la divergencia estacional en el rendimiento de los mercados bursátiles?
Sí, la divergencia estacional en el rendimiento bursátil se ha mantenido pronunciada en los últimos años. Según Fidelity Investments, el índice S&P 500 ha ganado una media de alrededor del 2% de mayo a octubre desde 1990, frente a una media de aproximadamente el 7% de noviembre a abril. Sin embargo, es importante señalar que puede haber fluctuaciones significativas y excepciones a la pauta en un año determinado.
¿Debo seguir ciegamente la estrategia “Vender en mayo y marcharme”?
No, no se recomienda seguir ciegamente la estrategia de “Vender en mayo y marcharse”. Las pautas históricas deben considerarse junto con otros factores, como los objetivos individuales, la tolerancia al riesgo y las condiciones actuales del mercado. La situación de cada inversor es única, y las decisiones de inversión deben basarse en una evaluación exhaustiva de estos factores.
¿Existen estrategias alternativas a “Vender en mayo y marcharse”?
Sí, en lugar de adherirse estrictamente a la estrategia “Vender en mayo y marcharse”, los inversores que creen en el patrón estacional pueden explorar estrategias alternativas. Un posible enfoque consiste en rotar de los sectores de mercado de mayor riesgo a aquellos que tienden a obtener mejores resultados durante los periodos de debilidad del mercado. Sin embargo, es esencial evaluar y adaptar las estrategias de inversión en función de las circunstancias y objetivos individuales.
¿Qué deben tener en cuenta los inversores a largo plazo cuando se trata de patrones estacionales?
Los inversores a largo plazo deben abordar los patrones estacionales con cautela y considerar sus objetivos de inversión a largo plazo. La estrategia de comprar y mantener acciones durante todo el año puede ser viable para muchos inversores minoristas, a menos que se produzcan cambios significativos en los fundamentales. Es fundamental mantener una cartera diversificada y centrarse en el rendimiento a largo plazo, más que en las fluctuaciones estacionales a corto plazo.