Tipos de interés variables: Definición, funcionamiento y ejemplos
Un tipo de interés variable es un tipo de interés que cambia periódicamente, reflejando las condiciones económicas o financieras del mercado. También se conoce como tipo de interés variable o ajustable porque puede variar a lo largo del plazo de una obligación de deuda. En este artículo profundizaremos en el concepto de tipo de interés variable, estudiaremos su funcionamiento y ofreceremos ejemplos para ilustrar su aplicación en diversos productos financieros.
¿Qué es un tipo de interés variable?
Un tipo de interés variable es un tipo de interés que sube y baja, o “flota”, en función de determinados factores, como las condiciones del mercado, los tipos de referencia o índices específicos. A diferencia de los tipos de interés fijos, que permanecen constantes durante todo el plazo de un préstamo u obligación de deuda, los tipos variables pueden cambiar periódicamente.
Los tipos de interés variables son utilizados habitualmente por las compañías de tarjetas de crédito y son frecuentes en los préstamos hipotecarios. Se consideran más arriesgados que los tipos fijos porque están influidos por factores externos y pueden dar lugar a pagos mensuales fluctuantes.
Tipos de interés variables
Los tipos de interés variables suben o bajan con el resto del mercado o junto con un tipo de interés de referencia. El índice de referencia utilizado depende del tipo de préstamo o valor. Entre los tipos de referencia más comunes se encuentran el LIBOR (London Interbank Offered Rate), el tipo de los fondos federales o el tipo preferente.
En el caso de préstamos al consumo e instrumentos de deuda como hipotecas, préstamos para automóviles o tarjetas de crédito, los bancos y las entidades financieras cobran un diferencial sobre el tipo de referencia. El diferencial varía en función de factores como el tipo de activo y la calificación crediticia del prestatario. Por ejemplo, un tipo variable puede definirse como “el LIBOR más 300 puntos básicos” o “más el 3%”.
Las tarjetas de crédito suelen cobrar tipos de interés variables sobre los saldos impagados. El tipo de interés suele estar indexado al tipo preferente, que fijan los distintos bancos y puede reflejar cambios en el tipo de interés de los fondos federales. La empresa de la tarjeta de crédito añade un margen que varía en función del producto de la tarjeta y de la calidad crediticia del prestatario.
Tipo de interés variable frente a tipo de interés fijo
Un tipo de interés variable difiere de un tipo de interés fijo en que no es constante y puede cambiar con el tiempo. Con un tipo de interés fijo, el tipo permanece invariable durante todo el plazo del préstamo u obligación de deuda.
En el caso de las hipotecas residenciales, los prestatarios pueden elegir entre tipos de interés fijos o variables. Con los tipos fijos, el tipo de interés permanece estático y no cambia durante el contrato hipotecario. En cambio, los tipos de interés variables o flotantes pueden fluctuar periódicamente en función de las condiciones del mercado.
Por ejemplo, si alguien contrata una hipoteca a tipo fijo con un tipo de interés del 4%, pagará ese tipo durante todo el plazo del préstamo y sus cuotas mensuales se mantendrán constantes. En cambio, si opta por una hipoteca con un tipo variable, el tipo de interés puede empezar en el 4% y ajustarse al alza o a la baja, modificando las mensualidades a lo largo de la vida del préstamo.
Tipos de productos a tipo variable
Diversos préstamos e instrumentos de deuda utilizan tipos de interés variables. Un ejemplo común son las hipotecas de tipo variable (ARM), cuyos tipos se ajustan en función de un margen preestablecido y de un índice hipotecario importante, como el LIBOR, el índice de coste de los fondos (COFI) o la media mensual del Tesoro (MTA). El ajuste se produce cuando cambia el tipo del índice, lo que, a su vez, afecta al tipo de la hipoteca.
Las tarjetas de crédito también suelen adoptar tipos de interés variables o variables para los saldos impagados. El contrato de la tarjeta de crédito especifica que la tasa anual equivalente (TAE) se basa en un tipo o índice concreto más un determinado porcentaje o margen. El contrato suele establecer que la TAE variará en función del mercado.
Ventajas e inconvenientes de los tipos variables
Ventajas
1. Tipos iniciales más bajos: Las hipotecas a tipo variable suelen ofrecer tipos de interés iniciales más bajos en comparación con las hipotecas a tipo fijo, lo que las hace más atractivas para algunos prestatarios.
2. 2. Flexibilidad para vender o aumentar el capital: Los prestatarios que planean vender su propiedad antes de que la tasa se ajuste o esperan que su patrimonio aumente rápidamente pueden elegir una hipoteca de tasa ajustable (ARM).
3. 3. Posibilidad de reducir los pagos mensuales: Los tipos de interés variable pueden disminuir, lo que se traduce en pagos mensuales más bajos para los prestatarios.
Desventajas
1. 1. Incertidumbre y dificultades presupuestarias: Los préstamos a tipo variable son impredecibles, lo que dificulta la presupuestación del flujo de caja y el cálculo de los costes de endeudamiento a largo plazo.
2. 2. Posibilidad de pagos mensuales más elevados: Los tipos variables pueden aumentar, lo que conlleva pagos mensuales más elevados que pueden resultar inasequibles para los prestatarios.
3. Falta de control sobre las variaciones de los tipos: A menos que tengas poder para influir en los cambios de los tipos de interés, las fuerzas que rigen las fluctuaciones de los tipos están fuera de tu control.
No, los tipos de interés variables pueden ser inferiores o superiores a los tipos de interés fijos en función de las condiciones del mercado y de las condiciones específicas del préstamo o instrumento de deuda.
2. ¿Con qué frecuencia cambian los tipos de interés variables?
Los tipos de interés variables pueden cambiar periódicamente, normalmente en función de las condiciones del préstamo o de las fluctuaciones del tipo o índice de referencia al que están vinculados. La frecuencia de los cambios de los tipos puede variar, desde mensual hasta anualmente.
3. ¿Puede llegar a cero el tipo de interés de un préstamo a tipo variable?
En teoría, el tipo de interés de un préstamo a tipo variable puede llegar a cero si el tipo o índice de referencia al que está vinculado baja a cero. Sin embargo, en la práctica, es raro que los tipos de interés lleguen a cero.
Lo esencial
Los tipos de interés variables son tipos de interés que cambian periódicamente en función de las condiciones del mercado, los tipos de referencia o índices específicos. Ofrecen flexibilidad y la posibilidad de tipos iniciales más bajos, pero también conllevan el riesgo de tipos más altos en el futuro. Entender cómo funcionan los tipos de interés variables es crucial para los prestatarios que estén considerando préstamos o instrumentos de deuda con tipos variables. Si evalúa detenidamente su situación financiera y sopesa las ventajas y desventajas, podrá tomar decisiones con conocimiento de causa sobre la idoneidad de los productos a tipo de interés variable para sus necesidades.
Nota: La información proporcionada en este artículo tiene únicamente fines educativos y no debe considerarse asesoramiento financiero. Consulte con un asesor financiero o profesional cualificado antes de tomar cualquier decisión financiera.
Preguntas y respuestas
¿Son siempre más altos los tipos de interés variables que los fijos?
No, los tipos de interés variables pueden ser inferiores o superiores a los tipos de interés fijos en función de las condiciones del mercado y de las condiciones específicas del préstamo o instrumento de deuda.
¿Con qué frecuencia cambian los tipos de interés variables?
Los tipos de interés variables pueden cambiar periódicamente, normalmente en función de las condiciones del préstamo o de las fluctuaciones del tipo o índice de referencia al que están vinculados. La frecuencia de los cambios de los tipos puede variar, de mensual a anual.
¿Puede llegar a cero el tipo de interés de un préstamo a tipo variable?
En teoría, el tipo de interés de un préstamo a tipo variable puede llegar a cero si el tipo o índice de referencia al que está vinculado baja a cero. Sin embargo, en la práctica, es raro que los tipos de interés lleguen a cero.
¿Qué factores influyen en las variaciones de los tipos de interés variables?
Los tipos de interés variables pueden verse influidos por diversos factores, como las variaciones de los tipos de referencia, los indicadores económicos, las tasas de inflación, las políticas de los bancos centrales y las condiciones del mercado. Además, las condiciones y acuerdos específicos de los préstamos también pueden influir a la hora de determinar los ajustes de los tipos.
¿Puedo pasar de un tipo de interés variable a un tipo de interés fijo?
En algunos casos, los prestatarios pueden tener la opción de cambiar de un tipo de interés variable a un tipo de interés fijo. Esto suele estar sujeto a los términos y condiciones del contrato de préstamo y puede implicar la refinanciación o modificación del préstamo existente. Es aconsejable consultar con el prestamista o la entidad financiera para explorar las opciones disponibles.
¿Cuáles son las ventajas de elegir un tipo de interés variable?
Elegir un tipo de interés variable puede tener ventajas como unos tipos iniciales más bajos, la posibilidad de reducir las cuotas mensuales durante los periodos de bajada de los tipos y flexibilidad para los prestatarios que planean vender su propiedad o esperan que su patrimonio aumente rápidamente.
¿Cuáles son las desventajas de elegir un tipo de interés variable?
Optar por un tipo de interés variable conlleva posibles desventajas, como la incertidumbre y las dificultades a la hora de elaborar un presupuesto debido a las fluctuaciones de los tipos, la posibilidad de pagos mensuales más elevados si los tipos suben y la falta de control sobre las variaciones de los tipos provocadas por las fuerzas del mercado.