Comprender la tragedia de los comunes en economía
El concepto de tragedia de los comunes es un problema económico fundamental que surge cuando los individuos consumen un recurso compartido en detrimento de la sociedad en su conjunto. En este artículo profundizaremos en los detalles de este concepto, explorando su teoría económica, los factores que contribuyen a que se produzca y las posibles soluciones para evitarlo.
¿Qué es la tragedia de los comunes?
La tragedia de los comunes se refiere a una situación en la que un recurso común, como el agua o la tierra, proporciona beneficios tangibles a los usuarios pero carece de propiedad exclusiva. Como nadie tiene derecho exclusivo al recurso, los individuos pueden actuar en su propio interés y consumirlo en exceso, lo que lleva a su agotamiento y perjudica a la sociedad en su conjunto.
Teoría económica
La tragedia de los comunes tiene sus raíces en la teoría económica, concretamente en el concepto de oferta y demanda. Cuando un recurso es de consumo rival (sólo una persona puede consumirlo a la vez), no excluible (no se puede impedir que otros lo consuman), escaso y se considera un recurso de uso común, se cumplen las condiciones para la tragedia de los comunes.
La teoría fue popularizada por el biólogo evolucionista Garrett Hardin en su artículo de 1968 “La tragedia de los comunes”, publicado en la revista Science. Utilizaba el ejemplo de las tierras de pastoreo de ovejas para ilustrar el concepto. Las tierras de pastoreo privadas suelen ser gestionadas con más prudencia por el propietario para preservar la tierra y la salud del rebaño. Sin embargo, los pastos comunales se saturan de ganado, ya que los alimentos que consumen se reparten entre todos los pastores. Hardin estableció un paralelismo entre esta situación y el consumo excesivo de recursos escasos de acceso común por parte de los seres humanos, que los hace más difíciles de encontrar.
Prevenir la tragedia de los comunes
Para evitar la tragedia de los comunes, entran en juego varios factores institucionales y tecnológicos. Los gobiernos pueden aplicar soluciones normativas para reducir el consumo excesivo e invertir en la conservación y renovación de los recursos compartidos. Por ejemplo, las normativas gubernamentales pueden limitar el número de cabezas de ganado que pastan en tierras estatales o establecer cuotas de captura de peces.
Asignar derechos de propiedad privada a los individuos también puede convertir un recurso de uso común en un bien privado. Esto implica desarrollar formas de identificar, medir y marcar unidades o parcelas del recurso como propiedades privadas. Históricamente, el economista inglés William Forster Lloyd defendió este planteamiento durante las Enclosure Acts del Parlamento inglés, que convirtieron los acuerdos tradicionales de propiedad común en explotaciones privadas.
Las soluciones colectivas también han demostrado su eficacia para superar la tragedia de los comunes. Elinor Ostrom, premio Nobel de Economía, destacó como ejemplos de éxito los acuerdos consuetudinarios entre aldeanos rurales y señores aristocráticos. Estos acuerdos implican el acceso común a pastos y tierras de cultivo, así como el establecimiento de prácticas como la rotación de cultivos y sanciones aplicables contra el uso excesivo y el abuso de los recursos. Los acuerdos de acción colectiva abordan la rivalidad en el consumo regulándolo cuando dividir el recurso en parcelas privadas no es factible debido a dificultades técnicas o físicas naturales.
Ejemplos de la tragedia de los comunes
La tragedia de los comunes se ha puesto de manifiesto en diversos escenarios del mundo real. Un ejemplo histórico es la extinción del pájaro dodo. Este pájaro no volador y fácil de cazar, nativo de unas pocas islas pequeñas, se convirtió en una fuente de carne para los marineros que viajaban por el sur del Océano Índico. La caza excesiva provocó su extinción un siglo después de su descubrimiento.
Otro ejemplo es el colapso de la pesquería de Grand Banks, frente a la costa de Terranova. Antes de la década de 1960, la pesquería era abundante en bacalao. Sin embargo, los avances en la tecnología pesquera permitieron a los pescadores capturar cantidades masivas de bacalao que superaban la tasa de reposición natural. La ausencia de derechos de propiedad o de una regulación común provocó el colapso de toda la industria en 1990.
Conclusión
La tragedia de los comunes plantea importantes retos en la gestión de los recursos compartidos. Comprender su teoría económica, las condiciones que contribuyen a que se produzca y las posibles soluciones para evitarla es crucial para una gestión sostenible de los recursos. Aplicando medidas reguladoras, asignando derechos de propiedad privada y fomentando la acción colectiva, las sociedades pueden mitigar la tragedia de los comunes y garantizar la disponibilidad a largo plazo de los recursos compartidos en beneficio de todos.
Preguntas y respuestas
¿Qué son los recursos comunes o “comunes”?
Los recursos comunes, también conocidos como “commons”, son recursos como el agua, la tierra o los bosques que proporcionan beneficios tangibles a los individuos pero no tienen propiedad exclusiva. Suelen compartirse entre varios usuarios.
¿Cómo se produce la tragedia de los bienes comunes?
La tragedia de los comunes se produce cuando los individuos, actuando en su propio interés, consumen un recurso compartido sin tener en cuenta las consecuencias a largo plazo. Este consumo excesivo puede llevar al agotamiento del recurso, perjudicando el bienestar general de la sociedad.
¿Qué condiciones contribuyen a la tragedia de los comunes?
Para que se produzca la tragedia de los comunes, un recurso debe ser rival en el consumo (sólo una persona puede utilizarlo a la vez), no excluible (no se puede impedir que otros lo utilicen), escaso y considerado un recurso de uso común. Estas condiciones crean un incentivo para que los individuos consuman en exceso el recurso.
¿Puede evitarse la tragedia de los comunes?
Sí, hay varias formas de prevenir la tragedia de los comunes. Se pueden aplicar normativas gubernamentales para limitar el consumo excesivo e invertir en la conservación y renovación de los recursos compartidos. Además, la asignación de derechos de propiedad privada o el establecimiento de acuerdos de acción colectiva pueden ayudar a regular y gestionar el uso de los recursos comunes.
¿Cuáles son algunos ejemplos de la tragedia de los comunes?
Algunos ejemplos históricos de la tragedia de los comunes son la extinción del pájaro dodo debido a la caza excesiva y el colapso de la pesquería de Grand Banks en la costa de Terranova debido a la pesca excesiva. Estos ejemplos ilustran las consecuencias del consumo excesivo no regulado de recursos compartidos.
¿Existen soluciones eficaces a la tragedia de los comunes?
Sí, existen soluciones exitosas a la tragedia de los comunes. La asignación de derechos de propiedad privada puede convertir un recurso común en un bien privado, fomentando la gestión responsable por parte de los propietarios individuales. Además, los acuerdos de acción colectiva, en los que las comunidades establecen normas y sanciones para el uso de los recursos, han demostrado su eficacia para regular el consumo y evitar la sobreexplotación.
¿Por qué es importante abordar la tragedia de los comunes?
Abordar la tragedia de los comunes es crucial para la gestión sostenible de los recursos. Al comprender las causas y consecuencias del consumo excesivo, las sociedades pueden aplicar medidas para garantizar la disponibilidad a largo plazo de los recursos compartidos, proteger el medio ambiente y mantener el bienestar de las generaciones actuales y futuras.