¿Qué es la tasa de morosidad? Definición, funcionamiento y criterios

Comprender la tasa de morosidad: Definición, funcionamiento y criterios

La tasa de morosidad es un concepto crucial en el mundo de las finanzas y los préstamos. Se refiere al porcentaje de todos los préstamos pendientes que un prestamista ha dado por impagados tras un periodo prolongado de impagos. En este artículo, profundizaremos en la definición de la tasa de impago, estudiaremos cómo funciona y analizaremos los criterios que determinan los impagos de los préstamos.

¿Qué es la tasa de impago?

La tasa de morosidad es una medida estadística utilizada para evaluar la salud general de la economía y valorar la exposición al riesgo de los prestamistas. Cuando los prestatarios no efectúan los pagos de sus préstamos durante un periodo prolongado, normalmente 270 días, los préstamos se declaran en mora. Estos préstamos impagados se dan de baja en los estados financieros del prestamista y a menudo se transfieren a una agencia de cobros.

El papel de las tasas de morosidad en la salud económica

La tasa de morosidad de las carteras de préstamos de los bancos, junto con otros indicadores como la tasa de desempleo, la tasa de inflación, el índice de confianza del consumidor, las declaraciones de quiebra personal y los rendimientos del mercado de valores, sirve como indicador general de la salud económica. Unas tasas de morosidad elevadas pueden ser indicativas de dificultades financieras e inestabilidad económica, mientras que unas tasas de morosidad bajas suelen reflejar una economía saneada.

Tasas de impago y evaluación del riesgo por parte de los prestamistas

Las tasas de impago desempeñan un papel fundamental en la evaluación del riesgo por parte de los prestamistas. Si un banco o institución financiera tiene una elevada tasa de impago en su cartera de préstamos, es señal de que la institución puede necesitar reevaluar sus procedimientos de préstamo para reducir el riesgo de crédito. El riesgo de crédito se refiere a la pérdida potencial que puede sufrir un prestamista si un prestatario no devuelve un préstamo o no cumple sus obligaciones contractuales.

Medición de las tasas de impago

Para seguir y controlar las tasas de impago, se han desarrollado varios índices. Un ejemplo destacado son los índices S&P/Experian de impago de créditos al consumo, elaborados conjuntamente por Standard & Poor’s (S&P) y la agencia de información crediticia Experian. Estos índices proporcionan datos sobre las tasas de impago de diferentes tipos de préstamos al consumo, incluidas las hipotecas, los préstamos para automóviles y las tarjetas de crédito.
El Índice compuesto de impago de créditos al consumo de S&P/Experian es el más completo de estos índices. Incluye datos sobre primeras y segundas hipotecas, préstamos para automóviles y tarjetas de crédito bancarias. En enero de 2020, el índice registró una tasa de impago del 1,02%, y la tasa más alta de los cinco años anteriores alcanzó el 1,12% a mediados de febrero de 2015.

Tasas de impago y tarjetas de crédito

Entre los diferentes tipos de préstamos, las tarjetas de crédito tienden a tener la tasa de impago más alta. El índice S&P/Experian Bankcard Default Index realiza un seguimiento específico de las tasas de impago de las tarjetas de crédito. En enero de 2020, la tasa de impago de las tarjetas de crédito era del 3,28%.

Consecuencias del impago

El impago de un préstamo tiene importantes consecuencias para los prestatarios. Un registro de impago permanece en el informe crediticio del prestatario durante seis años, aunque finalmente se pague el importe pendiente. El impago de cualquier tipo de deuda de consumo puede dañar gravemente la puntuación crediticia del prestatario, dificultando o incluso imposibilitando la aprobación de un crédito en el futuro.

Morosidad e impago

Antes de que un préstamo se declare impagado, suele pasar por un periodo de morosidad. La morosidad se produce cuando un prestatario no paga dos cuotas consecutivas del préstamo, con lo que la cuenta se retrasa 60 días. Durante este periodo, el prestamista puede informar del pago atrasado a las agencias de información crediticia, lo que afecta a la calificación crediticia del prestatario. El prestamista también puede aumentar el tipo de interés del prestatario como penalización por el retraso en el pago.
Si el prestatario sigue sin pagar, los impagos se notifican hasta que el préstamo se cancela y se declara en mora. El plazo específico para el impago varía en función del tipo de préstamo y suele estar establecido por las leyes estatales. Para los préstamos financiados con fondos federales, como los préstamos estudiantiles, el plazo de impago es de aproximadamente 270 días.

Legislación y tasas de impago

La legislación, como la Ley de Rendición de Cuentas, Responsabilidad y Divulgación de las Tarjetas de Crédito (CARD) de 2009, ha introducido normas para proteger a los prestatarios. Por ejemplo, se prohíbe a los prestamistas aumentar el tipo de interés del titular de una tarjeta únicamente por el impago de otras deudas pendientes. Sin embargo, una vez transcurridos 60 días de mora en una cuenta, el prestamista puede empezar a cobrar un tipo de interés de demora más alto.

Conclusión

La tasa de morosidad desempeña un papel crucial a la hora de valorar la salud económica y evaluar la exposición al riesgo de los prestamistas. Al comprender la definición, el funcionamiento y los criterios de la tasa de morosidad, prestatarios, prestamistas y economistas pueden obtener información valiosa sobre el panorama financiero y tomar decisiones informadas para mitigar el riesgo y promover la estabilidad económica.

Preguntas y respuestas

¿Qué es la tasa de morosidad?

La tasa de morosidad se refiere al porcentaje de préstamos pendientes que los prestamistas han dado por impagados tras un periodo prolongado de impagos.

¿Cómo se mide la tasa de morosidad?

Las tasas de impago se miden haciendo un seguimiento del porcentaje de préstamos que han sido declarados en situación de impago en comparación con el número total de préstamos pendientes de una cartera. Estos datos suelen ser recopilados y comunicados por agencias de calificación crediticia e instituciones financieras.

¿Qué importancia tienen las tasas de impago en la economía?

Las tasas de impago son un indicador esencial de la salud económica. Unas tasas de impago elevadas pueden indicar dificultades financieras e inestabilidad económica, mientras que unas tasas de impago bajas suelen reflejar una economía saneada.

¿Cómo afectan las tasas de impago a prestamistas y prestatarios?

Para los prestamistas, las tasas de impago elevadas indican un mayor riesgo crediticio y pueden obligarles a reevaluar sus procedimientos de préstamo. Para los prestatarios, el impago de un préstamo puede dañar gravemente su puntuación crediticia y dificultar la aprobación de créditos en el futuro.

¿Cuál es la relación entre morosidad e impago?

La morosidad se produce cuando un prestatario incumple pagos consecutivos del préstamo, lo que normalmente hace que la cuenta se retrase 60 días. Si la morosidad persiste, el préstamo puede llegar a declararse impagado. La morosidad puede afectar a la calificación crediticia del prestatario y dar lugar a un aumento de los tipos de interés.

¿Son diferentes las tasas de morosidad de los distintos tipos de préstamos?

Sí, las tasas de impago pueden variar en función del tipo de préstamo. Las tarjetas de crédito suelen tener tasas de impago más elevadas que otros tipos de préstamos. El índice S&P/Experian Bankcard Default Index realiza un seguimiento específico de las tasas de impago de las tarjetas de crédito.

¿Qué consecuencias tiene el impago de un préstamo?

El impago de un préstamo puede tener consecuencias importantes para los prestatarios. Puede dañar la puntuación crediticia y dificultar la obtención de créditos en el futuro. Los registros de impagos pueden permanecer en el informe crediticio de un prestatario durante seis años, incluso si finalmente se paga la cantidad pendiente.