Pobreza doméstica: qué significa y cómo evitarla

Pobreza doméstica: qué significa y cómo evitarla

Ser propietario de una vivienda suele considerarse un logro importante y parte del sueño americano. Sin embargo, existe un concepto conocido como “pobreza de vivienda” que puede convertir este sueño en una pesadilla financiera. En este artículo, exploraremos lo que significa ser pobre de casa, las consecuencias potenciales que puede tener en su bienestar financiero y los pasos que puede dar para evitar caer en esta situación.

¿Qué es la falta de vivienda?

La pobreza doméstica es un término utilizado para describir a las personas que destinan una gran parte de sus ingresos totales a gastos relacionados con la propiedad de la vivienda. Estos gastos incluyen los pagos de la hipoteca, los impuestos sobre la propiedad, los costes de mantenimiento y los servicios públicos. Cuando una persona es pobre en el hogar, a menudo se encuentra con un flujo de efectivo limitado para artículos discrecionales y lucha por cumplir con otras obligaciones financieras, como los pagos del vehículo o el ahorro para emergencias.

Comprender la pobreza doméstica

Las circunstancias que pueden llevar a alguien a convertirse en pobre de la vivienda varían. Puede ser el resultado de subestimar los costes totales asociados a la propiedad de una vivienda o de experimentar un cambio en los ingresos que haga inasumibles los gastos de vivienda. Aunque poseer una casa ofrece muchas ventajas, puede convertirse rápidamente en una carga si no se tienen en cuenta los gastos imprevistos que suelen surgir con un compromiso financiero tan importante.
Para evitar convertirse en un pobre de la casa, es esencial tener en cuenta algunas normas y directrices no escritas a la hora de comprar una vivienda:

1. Determinar la asequibilidad

Una regla generalizada es no gastar más de 2,5 veces el salario bruto anual total en una vivienda. Sin embargo, es importante tener en cuenta que esta cifra puede tener que ajustarse en función de las circunstancias individuales. Además, el cálculo del ratio deuda-ingresos (DTI) puede proporcionar una medida más precisa de cuánto debe gastar en gastos de vivienda. La pauta general es mantener el DTI inicial, que incluye los gastos de vivienda, por debajo del 28% de tus ingresos brutos mensuales.

2. Tenga en cuenta los gastos adicionales

Al evaluar la asequibilidad de una vivienda, es fundamental tener en cuenta otros factores como el pago inicial, el tipo de interés hipotecario, los impuestos sobre la propiedad y los gastos de mantenimiento. Estos gastos pueden afectar considerablemente a su presupuesto mensual y deben tenerse en cuenta a la hora de determinar cuánto puede permitirse cómodamente.

3. Elegir la hipoteca adecuada

Seleccionar la hipoteca adecuada es vital para evitar tensiones financieras en el futuro. Si prefiere la previsibilidad y quiere evitar aumentos inesperados en los pagos, una hipoteca con tipo de interés fijo puede ser una mejor opción que una hipoteca con tipo de interés variable. Al fijar un tipo de interés fijo, puede tener más estabilidad en los pagos mensuales de su hipoteca.

4. Prepárese para gastos inesperados

Es fundamental reservar algo de dinero para imprevistos relacionados con la propiedad de la vivienda, como gastos de mantenimiento o cambios repentinos en la situación financiera. Crear un fondo de emergencia puede proporcionarle una red de seguridad financiera y ayudarle a evitar tener que recurrir a sus ingresos o ahorros habituales cuando surjan gastos inesperados.

Métodos House Poor

En algunos casos, pueden producirse circunstancias inesperadas que dificulten la gestión de los pagos de la vivienda, aunque haya tomado precauciones. Si te encuentras en una situación de falta de vivienda, considera los siguientes métodos para aliviar tus dificultades financieras:

1. Limitar los gastos discrecionales

Si los gastos de vivienda le parecen abrumadores, examine su presupuesto e identifique las áreas en las que puede reducir los gastos discrecionales. Considera la posibilidad de cancelar las vacaciones o cambiar a un vehículo más asequible para liberar algo de dinero para los gastos de vivienda.

2. 2. Buscar otro trabajo

Aceptar un segundo empleo o un trabajo temporal puede proporcionar ingresos adicionales para ayudar a cubrir los gastos de vivienda. Aunque puede requerir más esfuerzo y tiempo, puede ser una solución temporal para aliviar la presión financiera.

3. Echar mano de los ahorros

Si tienes ahorros, considera la posibilidad de utilizar una parte de ellos para cubrir temporalmente los gastos de vivienda. Sin embargo, es importante sopesar las posibles consecuencias a largo plazo y asegurarse de que tienes un plan para reponer tus ahorros.

4. Considera la posibilidad de vender

Si ninguna de las opciones anteriores es viable, vender su casa puede ser un paso necesario para aliviar la carga financiera. El cambio a una vivienda más asequible o a una propiedad de alquiler con pagos más bajos puede proporcionar un alivio inmediato y crear una oportunidad para reconstruir su estabilidad financiera.

Pasos para evitar caer en la pobreza

Si bien es esencial hacer frente rápidamente a las situaciones de falta de vivienda, es aún mejor evitar que se produzcan. Estas son algunas medidas que puede tomar para evitar caer en la pobreza:

1. 1. Evalúe su situación financiera

Antes de comprometerse a ser propietario de una vivienda, evalúe a fondo su situación financiera. Tenga en cuenta sus ingresos, las deudas existentes y otras obligaciones financieras. Esta evaluación le ayudará a determinar cuánto puede destinar cómodamente a los gastos de la vivienda sin poner en peligro su bienestar financiero general.

2. Elaborar un presupuesto realista

Elabore un presupuesto exhaustivo que incluya todas sus fuentes de ingresos y gastos, incluidos los gastos de vivienda. Sé realista sobre tus hábitos de gasto y prioriza los gastos esenciales. Esto te dará una idea clara de cuánto puedes destinar a la vivienda sin sacrificar otras obligaciones financieras.

3. Ahorrar para el pago inicial

Ahorrar para el pago inicial puede reducir considerablemente los pagos mensuales de la hipoteca y disminuir el riesgo de quedarse sin casa. Intente ahorrar al menos el 20% del precio de compra de la vivienda para evitar el seguro hipotecario privado (PMI) y obtener un préstamo más favorable.

4. Obtenga la preaprobación de una hipoteca

Obtener la preaprobación de una hipoteca le dará una idea clara de su capacidad de endeudamiento y le ayudará a fijar unas expectativas realistas a la hora de buscar casa. También demostrará a los vendedores que usted es un comprador serio, lo que podría proporcionarle una ventaja durante las negociaciones.

5. Tenga en cuenta los gastos adicionales

A la hora de presupuestar la compra de una vivienda, no olvide tener en cuenta los gastos adicionales al pago de la hipoteca. Tenga en cuenta los impuestos sobre la propiedad, el seguro, el mantenimiento y las posibles cuotas de la comunidad de propietarios. Planificar estos gastos por adelantado evitará sorpresas y garantizará que pueda gestionar cómodamente todos los aspectos de la propiedad de una vivienda.

6. Consulte a profesionales

Trabajar con profesionales como agentes hipotecarios, agentes inmobiliarios y asesores financieros puede proporcionarle una valiosa orientación a lo largo del proceso de compra de una vivienda. Pueden ayudarle a navegar por las complejidades de las hipotecas, negociar condiciones favorables y asegurarse de que toma decisiones informadas basadas en su situación financiera.

Lo esencial

La falta de vivienda puede tener graves consecuencias económicas y afectar significativamente a la calidad de vida en general. Si comprende lo que significa ser pobre en materia de vivienda y toma medidas proactivas para evitarlo, podrá asegurarse de que la propiedad de la vivienda siga siendo un aspecto positivo y sostenible de su trayectoria financiera. Recuerde evaluar su situación financiera, elaborar un presupuesto realista, ahorrar para el pago inicial, tener en cuenta los costes adicionales y buscar asesoramiento profesional cuando sea necesario. Con una planificación cuidadosa y una toma de decisiones prudente, puede alcanzar el sueño de la vivienda propia sin caer en la trampa de la pobreza.

Preguntas y respuestas

¿Cuáles son los signos de que una persona puede ser pobre?

Entre los signos que indican que una persona puede ser pobre en el hogar se incluyen la dificultad para pagar otras facturas, tener pocos o ningún ingreso discrecional, vivir constantemente de cheque en cheque y sentirse estresado o abrumado por los gastos de la vivienda.

¿Existe un porcentaje específico de ingresos que se considere como pobreza doméstica?

Aunque no existe un porcentaje específico de ingresos que defina la pobreza de vivienda, una pauta general es mantener los gastos de vivienda, incluidos la hipoteca, los impuestos sobre la propiedad y el seguro, por debajo del 28% de los ingresos brutos mensuales. Sin embargo, también deben tenerse en cuenta las circunstancias individuales y otras obligaciones financieras.

¿Se puede llegar a ser pobre aunque se pueda pagar la hipoteca?

Sí, es posible que una persona se convierta en pobre aunque pueda pagar la hipoteca. Otros factores, como los elevados impuestos sobre la propiedad, los costes de mantenimiento y los cambios financieros inesperados, pueden contribuir a una situación en la que alguien se encuentre en apuros económicos a pesar de poder hacer frente a los pagos de la hipoteca.

¿Cuáles son los errores más comunes que llevan a la gente a no tener casa?

Algunos de los errores más comunes que pueden conducir a la pobreza de vivienda son subestimar los costes totales de la propiedad de una vivienda, no tener en cuenta gastos adicionales como los impuestos sobre la propiedad y el mantenimiento, excederse financieramente para comprar una vivienda más cara y no disponer de un fondo de emergencia para gastos imprevistos relacionados con la vivienda.

¿Qué debo hacer si no tengo casa?

Si te encuentras en esa situación, puedes tomar varias medidas. Entre ellas, limitar los gastos discrecionales, considerar la posibilidad de aceptar un trabajo adicional o un segundo empleo para obtener ingresos extra, utilizar los ahorros para cubrir temporalmente los gastos de la vivienda (mientras se tiene un plan para reponer los ahorros) y, si es necesario, considerar la posibilidad de vender la casa y mudarse a una opción más asequible.

¿Cómo puedo evitar quedarme sin casa?

Para evitar caer en la pobreza inmobiliaria, es importante evaluar tu situación financiera antes de comprometerte a ser propietario de una vivienda. Elabore un presupuesto realista que incluya todas las fuentes de ingresos y gastos, ahorre para el pago inicial a fin de reducir las cuotas mensuales de la hipoteca, tenga en cuenta gastos adicionales como los impuestos sobre la propiedad y el mantenimiento, y consulte a profesionales como agentes hipotecarios y asesores financieros para que le orienten a lo largo del proceso de compra de una vivienda.

¿Existe algún programa gubernamental o ayuda para los que no tienen casa?

Sí, existen programas y ayudas públicas para las personas con problemas de vivienda o dificultades económicas relacionadas con la propiedad de la vivienda. Estos programas pueden variar según el país y la región, por lo que se recomienda investigar y ponerse en contacto con las agencias de vivienda u oficinas gubernamentales locales para informarse sobre los programas disponibles, como subsidios de vivienda, modificaciones de préstamos u opciones de refinanciación.