El auge de la inversión pasiva: Los bolsistas registran las mayores salidas desde la crisis de 2008
En el cuarto trimestre de 2018, la industria de gestión de inversiones experimentó un punto de inflexión significativo. Frustrados por las altas comisiones y los rendimientos sistemáticamente inferiores, los inversores retiraron la asombrosa cifra de 313.000 millones de dólares de los fondos de inversión estadounidenses gestionados activamente. Esta salida superó los niveles observados durante la crisis financiera de 2008, sirviendo de dura advertencia a los seleccionadores de valores y poniendo de relieve el creciente dominio de las estrategias de inversión pasiva.
El cambio hacia la inversión pasiva
Durante el mismo periodo, los fondos de inversión y ETF (Exchange-Traded Funds) de renta variable de gran capitalización gestionados de forma pasiva superaron a los fondos activos en términos de activos gestionados. A 31 de diciembre, los fondos pasivos tenían 2,93 billones de dólares, mientras que los activos tenían 2,84 billones, según un estudio de Morningstar citado por Bloomberg. Este cambio en la preferencia de los inversores hacia los vehículos de inversión pasiva se vio acentuado por el hecho de que sólo el 24% de los fondos activos superaron a sus homólogos pasivos en el periodo de 10 años anterior.
Los gestores activos se enfrentan a señales de peligro
En el sector de la gestión de inversiones han surgido tres señales de peligro para los gestores activos:
- En el cuarto trimestre de 2018 se retiró una cifra récord de 313.000 millones de dólares de fondos de inversión activos estadounidenses, lo que indica una creciente insatisfacción entre los inversores.
- Los fondos pasivos de acciones de gran capitalización ahora tienen más activos que los fondos activos, lo que subraya el cambio en el sentimiento de los inversores hacia las estrategias pasivas.
- Sólo el 24% de los fondos activos lograron superar a sus rivales pasivos en la última década, lo que pone de manifiesto la persistente escasa rentabilidad de los gestores activos.
Estas señales sirven de llamada de atención a los gestores activos, que se enfrentan ahora a importantes retos para obtener rendimientos superiores de forma constante.
La ventaja en costes de la inversión pasiva
Una de las principales razones de la escasa rentabilidad de los fondos de gestión activa son sus costes más elevados. Por término medio, los fondos de inversión de renta variable gestionados activamente tienen una ratio de gastos de 78 puntos básicos (pb), frente a los 9 pb de los fondos de inversión de renta variable indexados. Este diferencial de costes repercute directamente en la rentabilidad de los inversores, ya que unos gastos más elevados merman los beneficios potenciales.
Además, el sector de la gestión de inversiones ha experimentado un cambio en las tendencias de empleo. De 2009 a 2017, el número total de empleados en las sociedades de inversión con sede en Estados Unidos aumentó un 13%, mientras que el total de activos netos gestionados creció un 85%. Este crecimiento de los activos gestionados ha dado lugar a economías de escala, lo que ha provocado una caída de los ratios de gastos medios a lo largo del tiempo.
En respuesta al auge de la inversión pasiva, algunos fondos de gestión activa han empezado a reducir sus comisiones. Sin embargo, esta medida de recorte de gastos suele producirse a costa de despidos y reducción de personal.
Perspectivas de los gestores activos
Aunque algunos gestores activos han logrado superar sistemáticamente al mercado, siguen siendo la excepción y no la regla. La popularidad de los vehículos de inversión pasiva refleja la realidad de que la mayoría de los gestores activos no consiguen batir sistemáticamente a los índices de mercado.
Los inversores se sienten cada vez más atraídos por las estrategias pasivas debido a sus menores costes, su amplia exposición al mercado y la creencia de que la eficiencia del mercado dificulta batirlo sistemáticamente a través de la gestión activa. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el rendimiento pasado no es indicativo de los resultados futuros, y siempre habrá gestores activos que puedan generar alfa.
Conclusión
Las importantes salidas de capitales experimentadas por los selectores de valores en el sector de la gestión de inversiones desde la crisis financiera de 2008 sirven de clara advertencia del auge de la inversión pasiva. Los inversores prefieren cada vez más los fondos indexados de bajo coste a los de gestión activa, debido a sus comisiones más bajas y a sus rendimientos históricamente superiores. Los gestores activos se enfrentan al reto de ofrecer una rentabilidad superior constante en un entorno en el que la inversión pasiva sigue ganando popularidad. A medida que el sector sigue evolucionando, es crucial que los gestores activos adapten sus estrategias y propuestas de valor para seguir siendo competitivos en el cambiante panorama de la gestión de inversiones.
Preguntas y respuestas
¿Qué es la inversión pasiva?
La inversión pasiva es una estrategia de inversión que trata de seguir la rentabilidad de un índice de mercado específico, como el S&P 500. Los inversores pasivos no seleccionan activamente valores individuales ni tratan de tomar el tiempo del mercado, sino que tratan de replicar la rentabilidad del índice elegido. Los inversores pasivos no seleccionan activamente valores individuales ni intentan tomar el tiempo del mercado, sino que tratan de replicar los rendimientos del índice elegido.
¿Por qué los inversores se decantan por vehículos de inversión pasiva?
Los inversores se sienten cada vez más atraídos por las estrategias pasivas debido a sus menores costes en comparación con los fondos de gestión activa. Los fondos pasivos suelen tener ratios de gastos más bajos, lo que puede traducirse en mayores rendimientos netos para los inversores. Además, la inversión pasiva ofrece una amplia exposición al mercado y la creencia de que la eficiencia del mercado hace difícil batirlo sistemáticamente mediante la gestión activa.
¿Cuáles son las principales señales de peligro para los gestores activos?
Las señales de peligro clave para los gestores activos incluyen las salidas récord de 313.000 millones de dólares de los fondos de inversión activos estadounidenses en el cuarto trimestre de 2018, la superación de los activos gestionados por los fondos pasivos de acciones de gran capitalización y el hecho de que solo el 24% de los fondos activos superaron a sus rivales pasivos en la última década.
¿Por qué los fondos de gestión activa obtienen a menudo peores resultados que los de gestión pasiva?
Los fondos de gestión activa suelen obtener peores resultados debido a sus mayores gastos. Los gestores activos suelen incurrir en costes asociados a la investigación, el análisis y la negociación, que pueden erosionar la rentabilidad. Además, la eficiencia del mercado dificulta a los gestores activos la identificación sistemática de valores con precios erróneos y la obtención de rendimientos superiores a los del mercado en general.
¿Pueden los gestores activos seguir superando al mercado?
Aunque algunos gestores activos han sido capaces de superar sistemáticamente al mercado, siguen siendo la excepción y no la regla. La eficiencia del mercado y la creciente popularidad de la inversión pasiva han dificultado la generación de alfa por parte de los gestores activos. Sin embargo, siempre habrá gestores activos capaces de identificar oportunidades y superar a los índices del mercado.
¿Tiene alguna ventaja la gestión activa sobre la inversión pasiva?
La gestión activa puede ofrecer la posibilidad de obtener mayores rendimientos si el gestor posee una mayor capacidad de selección de valores o está especializado en determinados sectores. Además, los gestores activos tienen flexibilidad para desviarse de los índices de mercado y tomar decisiones de inversión estratégicas basadas en sus análisis y conocimientos.
¿Cómo pueden adaptarse los gestores activos al auge de la inversión pasiva?
Para seguir siendo competitivos en el cambiante panorama de la gestión de inversiones, los gestores activos pueden centrarse en nichos de mercado o sectores en los que tengan una ventaja competitiva. También pueden reducir las comisiones y mejorar la transparencia para ajustarse a las expectativas de los inversores. Además, los gestores activos pueden aprovechar la tecnología y el análisis de datos para mejorar sus procesos de investigación y toma de decisiones de inversión.