Riesgo puro frente a riesgo especulativo
Cuando se trata de seguros, es crucial entender la distinción entre riesgo puro y riesgo especulativo. Las compañías de seguros cubren principalmente los riesgos puros, que son situaciones inciertas en las que existe la posibilidad de sufrir pérdidas, pero no hay oportunidad de obtener beneficios económicos. Por otro lado, los riesgos especulativos implican la posibilidad tanto de ganancias como de pérdidas, como las empresas comerciales o las transacciones de juego. Sin embargo, los riesgos especulativos suelen carecer de los elementos esenciales de asegurabilidad y rara vez se aseguran.
Puntos clave
- Las compañías de seguros cubren los riesgos puros, pero no los especulativos.
- Las compañías de seguros exigen a los asegurados que presenten pruebas del siniestro antes de pagar los daños.
- La frecuencia y la magnitud de las pérdidas determinan la prima de la cobertura del seguro.
Ejemplos de riesgos puros
Los riesgos puros abarcan una amplia gama de situaciones que pueden provocar pérdidas financieras. Estos riesgos pueden clasificarse en tres tipos principales: riesgos personales, riesgos patrimoniales y riesgos de responsabilidad civil.
- Riesgos personales: Los riesgos personales afectan al potencial de generación de ingresos de un individuo. Por ejemplo, el riesgo de discapacidad, enfermedad o fallecimiento que puede afectar a la capacidad de una persona para trabajar y generar ingresos.
- Riesgos patrimoniales: Los riesgos patrimoniales implican daños o pérdidas potenciales de activos físicos. Las catástrofes naturales como incendios, inundaciones o huracanes pueden provocar importantes daños materiales. Otros riesgos son el robo, el vandalismo o accidentes como los de tráfico.
- Riesgos de responsabilidad civil: Los riesgos de responsabilidad surgen de las interacciones sociales y pueden dar lugar a reclamaciones legales y obligaciones financieras. Algunos ejemplos son las reclamaciones por lesiones personales, las reclamaciones por daños a la propiedad o los gastos legales derivados de una negligencia.
Es importante tener en cuenta que no todos los riesgos puros están cubiertos por las aseguradoras privadas. Algunos riesgos pueden estar excluidos o requerir una cobertura de seguro especializada.
Debido al azar
Uno de los elementos fundamentales de un riesgo asegurable es que debe deberse al azar. Esto significa que la pérdida debe producirse como resultado de una acción no intencionada y ser inesperada en términos de momento e impacto. Las pólizas de seguros están diseñadas para proteger contra pérdidas de naturaleza accidental. Los actos intencionados de pérdida, como que alguien cause deliberadamente daños a su propia propiedad, no suelen estar cubiertos por el seguro.
Definitividad y mensurabilidad
Para que una póliza de seguro cubra un siniestro, el tomador del seguro debe poder aportar pruebas definitivas del mismo. Normalmente, esto implica presentar facturas u otra documentación que demuestre el importe cuantificable de la pérdida. Si el alcance de la pérdida no puede calcularse o identificarse con precisión, es posible que el seguro no la cubra. Esta información es crucial para que las compañías de seguros determinen el importe adecuado de la prestación y el coste de la prima.
Estadísticamente predecible
Los seguros se basan en el análisis estadístico y la probabilidad. Los proveedores de seguros se basan en la ciencia actuarial y en tablas de mortalidad y morbilidad para estimar la frecuencia y gravedad de las pérdidas potenciales. Por ejemplo, los proveedores de seguros de vida y salud utilizan estas herramientas para proyectar las pérdidas entre poblaciones. La capacidad de predecir estadísticamente las pérdidas es esencial para que las compañías de seguros fijen las primas y gestionen eficazmente el riesgo.
No catastrófico
Las pólizas de seguro estándar no suelen cubrir los riesgos catastróficos. Los eventos catastróficos son pérdidas graves que son demasiado caras, generalizadas o impredecibles para que las compañías de seguros puedan cubrirlas razonablemente. Existen dos tipos de riesgos catastróficos:
- Riesgo catastrófico de grupo: Este tipo de riesgo se produce cuando todas o muchas unidades de un grupo de riesgo, como los tomadores de un determinado ramo de seguro, están expuestas al mismo evento. Algunos ejemplos son la lluvia radiactiva, los huracanes o los terremotos.
- Pérdida imprevisiblemente grande: Este tipo de riesgo catastrófico implica pérdidas inesperadamente masivas que no han sido previstas ni por el asegurador ni por el tomador del seguro. Los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 son un ejemplo tristemente célebre de este tipo de siniestro catastrófico.
Aunque las pólizas de seguro estándar excluyen la cobertura de riesgos catastróficos, algunas compañías de seguros se especializan en seguros catastróficos. Además, las compañías de seguros pueden suscribir acuerdos de reaseguro o emitir valores vinculados al riesgo, conocidos como “bonos catastróficos”, para transferir el riesgo de catástrofes.
Exposición al azar y a grandes siniestros
Los seguros funcionan según la ley de los grandes números. Este principio establece que debe haber un número suficiente de exposiciones homogéneas (asegurados) para hacer predicciones razonables sobre las pérdidas potenciales. Las compañías de seguros también requieren una muestra estadísticamente aleatoria de la población total para evitar la selección adversa, en la que el riesgo se concentra entre los individuos con más probabilidades de generar siniestros.
Lo esencial
Los riesgos asegurables poseen varios elementos clave que los hacen aptos para ser cubiertos por las compañías de seguros. Estos elementos incluyen el ser debidos al azar, la definibilidad y mensurabilidad, la previsibilidad estadística, la falta de exposición catastrófica, la selección aleatoria y la exposición a grandes pérdidas, entre otros. Comprender estos elementos puede ayudar a particulares y empresas a tomar decisiones informadas sobre la cobertura de seguros y garantizar la protección financiera frente a posibles pérdidas.
Preguntas y respuestas
¿Cuál es la diferencia entre riesgo puro y riesgo especulativo?
El riesgo puro se refiere a situaciones en las que existe la posibilidad de sufrir pérdidas, pero no la oportunidad de obtener beneficios económicos. Las compañías de seguros cubren principalmente los riesgos puros. Los riesgos especulativos, en cambio, implican la posibilidad tanto de ganancias como de pérdidas y no suelen estar asegurados.
¿Cuáles son algunos ejemplos de riesgos puros?
Los riesgos puros pueden incluir sucesos naturales como incendios o inundaciones, accidentes como los de automóvil, o riesgos personales como la incapacidad o la enfermedad que afectan a la capacidad de trabajar y generar ingresos.
¿Qué significa que un riesgo sea “debido al azar”?
“Debido al azar” significa que la pérdida debe producirse como resultado de una acción no intencionada y ser inesperada en términos de momento e impacto. Las pólizas de seguros están diseñadas para proteger frente a pérdidas de naturaleza accidental.
¿Cómo determinan las compañías de seguros el importe del siniestro a cubrir?
Las compañías de seguros exigen a los asegurados que aporten pruebas definitivas de la pérdida, normalmente mediante facturas u otra documentación. El alcance de la pérdida debe ser mensurable y cuantificable para que esté cubierta por el seguro.
¿Pueden las compañías de seguros predecir las pérdidas?
Las compañías de seguros utilizan el análisis estadístico y la ciencia actuarial para estimar la frecuencia y gravedad de las pérdidas potenciales. Se basan en datos históricos y tablas de mortalidad y morbilidad para hacer predicciones sobre las pérdidas en toda la población.
¿Por qué las pólizas de seguro estándar no cubren las catástrofes?
Las catástrofes son pérdidas graves demasiado caras, generalizadas o imprevisibles como para que las compañías de seguros puedan cubrirlas razonablemente. Sin embargo, las compañías de seguros especializadas pueden ofrecer cobertura para riesgos catastróficos o emitir valores vinculados al riesgo para transferirlo.
¿Cómo evitan las compañías de seguros la selección adversa?
Las compañías de seguros requieren una muestra estadísticamente aleatoria de la población total para evitar la selección adversa, en la que el riesgo se concentra entre los individuos con más probabilidades de generar siniestros. De este modo, se garantiza un conjunto de riesgos equilibrado para la tarificación precisa de las primas.