El plan de los selectores de valores para batir a los fondos pasivos podría ser contraproducente

El plan de los bolsistas para batir a los fondos pasivos podría ser contraproducente

En el mundo de la inversión, el debate entre estrategias activas y pasivas lleva años abierto. Mientras que los fondos pasivos, como los fondos cotizados en bolsa (ETF), han ganado popularidad por sus bajos costes y su capacidad para seguir los índices de mercado, los gestores de fondos activos han estado buscando formas de superar a sus homólogos pasivos. Una de estas estrategias que ha surgido es la idea de renunciar a la diversificación y centrarse en carteras de menos valores. Sin embargo, como analizaremos en este artículo, este plan para batir a los fondos pasivos podría resultar contraproducente de forma inesperada.

El auge de las carteras concentradas

Según un informe de The Wall Street Journal, muchos gestores de fondos activos han ido adoptando cada vez más carteras concentradas en un intento de aumentar la rentabilidad de la inversión y diferenciarse de los fondos pasivos. Estas carteras concentradas constan de menos valores, normalmente menos de 35 participaciones. El número de fondos de acciones estadounidenses gestionados activamente con este tipo de carteras casi se ha duplicado desde principios de 2009, y sus activos gestionados han crecido significativamente.

La teoría de las carteras concentradas

Los partidarios de las carteras concentradas sostienen que, al centrarse en un número selecto de valores de alta calidad, los gestores de fondos pueden identificar las mejores oportunidades de inversión y generar rendimientos superiores. Famosos inversores como Warren Buffett han expresado su preferencia por las carteras concentradas, subrayando la importancia de comprender las empresas en las que se invierte y de seleccionar compañías con ventajas competitivas a largo plazo.

El efecto contraproducente

A pesar de las ventajas teóricas de las carteras concentradas, la realidad es que estas estrategias no han dado los resultados deseados. A lo largo del actual mercado alcista, los fondos activos concentrados con menos de 35 valores han obtenido sistemáticamente un rendimiento inferior no sólo al del índice S&P 500, sino también al de sus homólogos más diversificados. De hecho, la rentabilidad total agregada de estos fondos ha sido unos 80 puntos porcentuales inferior a la del índice S&P 500. El rendimiento de los fondos con 20 acciones o menos ha sido incluso peor, con 133 puntos porcentuales menos que el rendimiento total del S&P 500 Index.

El riesgo de una mayor concentración

Al reducir el número de valores en sus carteras, los gestores de fondos aumentan el riesgo de concentración. Las carteras concentradas están intrínsecamente más expuestas al rendimiento de los valores individuales, lo que las hace vulnerables a los riesgos específicos de cada empresa. Aunque sus defensores argumentan que las carteras concentradas pueden ir mejor durante las ventas del mercado, la evidencia sugiere lo contrario. En anteriores caídas del mercado, los fondos activos concentrados con menos valores cayeron menos que sus homólogos diversificados, pero aun así obtuvieron peores resultados que el mercado en general. La capacidad de capear la volatilidad del mercado no se traduce necesariamente en un rendimiento superior a largo plazo.

El futuro de las estrategias activas

A pesar del bajo rendimiento de las carteras concentradas, algunos expertos del sector creen que las carteras de alta concentración serán más frecuentes en el futuro. Sostienen que las estrategias activas que sobrevivan en los mercados desarrollados serán probablemente las que apuesten por la concentración. Sin embargo, es crucial señalar que esta creencia es especulativa, y los inversores deberían evaluar cuidadosamente el historial y los resultados de los gestores activos antes de comprometer su capital.

Conclusión

Aunque la intención de adoptar carteras concentradas es batir a los fondos pasivos, la estrategia ha demostrado ser menos eficaz de lo previsto. El atractivo de identificar un puñado de valores ganadores no se ha traducido en un rendimiento superior constante. Los inversores deben ser cautos a la hora de considerar los fondos activos concentrados y evaluar a fondo su rendimiento histórico, sus niveles de riesgo y la capacidad de los gestores de fondos para generar alfa. En última instancia, una cartera bien diversificada que se ajuste a los objetivos de inversión y a la tolerancia al riesgo de cada persona sigue siendo un enfoque prudente de la inversión a largo plazo.

Preguntas y respuestas

¿Qué son las carteras concentradas?

Las carteras concentradas son carteras de inversión que tienen un número limitado de valores, normalmente menos de 35 participaciones. La idea que subyace a las carteras concentradas es centrarse en un número selecto de valores de alta calidad que los gestores de fondos consideran que ofrecerán rendimientos superiores.

¿Por qué algunos gestores de fondos prefieren las carteras concentradas?

Algunos gestores de fondos prefieren las carteras concentradas porque creen que invirtiendo en un número más reducido de valores cuidadosamente seleccionados pueden identificar las mejores oportunidades de inversión y generar mayores rendimientos. Argumentan que la diversificación puede diluir las ganancias potenciales de los valores más rentables de una cartera.

¿Superan las carteras concentradas a los fondos pasivos?

Los datos sugieren que, en general, las carteras concentradas han obtenido un rendimiento inferior al de los fondos pasivos a largo plazo. Si bien las carteras concentradas pueden superar ocasionalmente a los fondos pasivos en determinadas condiciones de mercado o durante periodos cortos, han tenido dificultades para ofrecer un rendimiento superior constante durante periodos prolongados.

¿Cuáles son los riesgos asociados a las carteras concentradas?

Las carteras concentradas conllevan un mayor riesgo de concentración. Al poseer un número limitado de valores, estas carteras están más expuestas a los resultados de empresas concretas. Esto las hace vulnerables a los riesgos específicos de cada empresa, como los malos resultados financieros, los problemas de gestión o la evolución adversa del sector. Además, las carteras concentradas pueden experimentar una mayor volatilidad y pérdidas potenciales durante las caídas del mercado.

¿Son las carteras concentradas más resistentes durante las ventas del mercado?

Aunque algunos sostienen que las carteras concentradas pueden tener mejores resultados durante las ventas del mercado debido a que se centran en valores de alta calidad, los datos no respaldan sistemáticamente esta afirmación. En anteriores caídas del mercado, los fondos activos concentrados con menos valores cayeron menos que sus homólogos diversificados, pero aun así obtuvieron peores resultados que el mercado en general. La capacidad de capear la volatilidad del mercado no garantiza un rendimiento superior a largo plazo.

¿Debería plantearme invertir en carteras concentradas?

Invertir en carteras concentradas exige una reflexión cuidadosa. Aunque algunos inversores pueden sentirse atraídos por la posibilidad de obtener mayores rendimientos, es esencial evaluar a fondo la rentabilidad histórica, los niveles de riesgo y el historial de los gestores de fondos antes de comprometer capital. Además, los inversores deben asegurarse de que las carteras concentradas se ajustan a sus objetivos de inversión, tolerancia al riesgo y estrategia general de diversificación de la cartera.

¿Qué perspectivas de futuro tienen las estrategias activas y las carteras concentradas?

Las perspectivas futuras de las estrategias activas, incluidas las carteras concentradas, siguen siendo inciertas. Aunque algunos expertos creen que las carteras de alta concentración pueden llegar a ser más frecuentes, es importante señalar que esta creencia es especulativa. Los inversores deben mantenerse informados sobre las tendencias del sector, vigilar la rentabilidad de los gestores activos y considerar un enfoque diversificado de la inversión que se ajuste a sus objetivos a largo plazo y a su tolerancia al riesgo.