Adam Smith fue un filósofo y economista escocés considerado el padre de la economía moderna. Su libro “La riqueza de las naciones” se considera un clásico atemporal y una obra fundacional en el campo de la economía. Sin embargo, mucha gente está menos familiarizada con la otra gran obra de Smith, “La teoría de los sentimientos morales”, que se publicó en 1759, 17 años antes que “La riqueza de las naciones”. A diferencia de “La riqueza de las naciones”, que se centra en la teoría económica, “La teoría de los sentimientos morales” es una obra de filosofía moral que explora la naturaleza de la moralidad humana y el papel de las emociones en el juicio moral. En este artículo examinaremos el mensaje principal de “La teoría de los sentimientos morales” y su trascendencia duradera.
Antecedentes sobre Adam Smith y la Teoría de los sentimientos morales
Antecedentes de Adam Smith y la Teoría de los Sentimientos Morales
Adam Smith nació en 1723 en Kirkcaldy, Escocia, y asistió a la Universidad de Glasgow, donde estudió filosofía moral. Tras su graduación, se convirtió en profesor de lógica y más tarde de filosofía moral en la Universidad de Glasgow. En 1759 publicó “La teoría de los sentimientos morales”, que fue su primera obra importante y le consagró como figura destacada de la Ilustración escocesa.
En “The Theory of Moral Sentiments”, Smith sostiene que la moralidad no es simplemente una cuestión de seguir reglas u obedecer mandatos divinos, sino que está arraigada en la capacidad humana natural de simpatía. Según Smith, los seres humanos tienen una capacidad innata para simpatizar con los sentimientos de los demás, y esta capacidad constituye la base de nuestros juicios morales. Smith también introduce el concepto de “espectador imparcial”, que es un observador imaginario que representa la perspectiva de un tercero desinteresado y nos ayuda a evaluar nuestras propias acciones y emociones.
El énfasis de Smith en el papel de la simpatía y el espectador imparcial en el juicio moral fue una desviación de los filósofos morales anteriores, que tendían a centrarse en la razón y el deber. “La Teoría de los Sentimientos Morales fue bien recibida por los contemporáneos de Smith y desde entonces se ha convertido en una obra clásica en el campo de la filosofía moral. Las ideas de Smith sobre la simpatía y el espectador imparcial siguen influyendo en los debates contemporáneos sobre la moral, la ética y la naturaleza humana.
El papel de la simpatía en el juicio moral
El papel de la simpatía en el juicio moral
Una de las ideas clave de “The Theory of Moral Sentiments” es la importancia de la simpatía en el juicio moral. Según Smith, la simpatía es la capacidad humana natural de compartir los sentimientos y emociones de los demás. Cuando observamos a alguien experimentar alegría, tristeza o cualquier otra emoción, somos capaces de imaginar cómo sería experimentar esa emoción nosotros mismos. Esta capacidad de simpatía, argumenta Smith, constituye la base de nuestros juicios morales.
Smith sugiere que la simpatía nos permite comprender los sentimientos de los demás, y esta comprensión nos permite hacer evaluaciones morales. Por ejemplo, si vemos a alguien que está sufriendo, podemos simpatizar con su dolor y reconocer que estaría mal causarle más daño. Por el contrario, si vemos a alguien feliz, podemos simpatizar con su alegría y reconocer que sería bueno promover su bienestar.
El énfasis de Smith en la simpatía se apartaba de los filósofos morales anteriores, que tendían a centrarse en la razón y el deber como base del juicio moral. Smith sostenía que la simpatía es un aspecto más fundamental y natural de la psicología humana y que desempeña un papel crucial en nuestras evaluaciones morales.
La importancia del espectador imparcial en la evaluación moral
La importancia del espectador imparcial en la evaluación moral
Otro concepto importante en “La Teoría de los Sentimientos Morales” es el del espectador imparcial. Según Smith, el espectador imparcial es un observador imaginario que representa la perspectiva de un tercero desinteresado. Cuando evaluamos nuestras propias acciones y emociones, lo hacemos desde la perspectiva de este espectador imparcial, que juzga nuestro comportamiento en función de su conformidad con las normas morales.
Smith sostiene que el espectador imparcial es importante porque nos ayuda a evaluar nuestras propias acciones y emociones de forma objetiva, sin dejarnos influir por nuestros propios prejuicios o intereses. Al imaginar cómo vería nuestras acciones un tercero desinteresado, podemos comprender mejor las implicaciones morales de nuestro comportamiento.
El concepto de espectador imparcial está estrechamente relacionado con el énfasis que pone Smith en la simpatía, ya que el espectador imparcial es capaz de simpatizar con los sentimientos de ambas partes en una situación moral. Al considerar la perspectiva del espectador imparcial, somos capaces de tener en cuenta los sentimientos y las perspectivas de los demás, y de hacer evaluaciones morales que no se basen únicamente en nuestros propios intereses o deseos.
El papel de la virtud en la conducta moral
El papel de la virtud en la conducta moral
En “La Teoría de los Sentimientos Morales”, Smith sostiene que la conducta moral no es sólo cuestión de seguir reglas u obedecer órdenes, sino que también se basa en el cultivo de rasgos de carácter virtuosos. Smith sugiere que virtudes como la prudencia, la justicia, la benevolencia y el autocontrol son esenciales para llevar una vida moral.
Smith subraya que los rasgos virtuosos del carácter no son innatos, sino que deben desarrollarse y cultivarse mediante la práctica y la habituación. Sugiere que el cultivo de rasgos de carácter virtuosos requiere una combinación de autorreflexión, socialización y educación.
Según Smith, el cultivo de rasgos de carácter virtuosos es importante porque permite a los individuos actuar de acuerdo con los principios morales, incluso cuando no hay reglas u órdenes explícitas que seguir. Por ejemplo, un individuo que ha cultivado la virtud de la benevolencia es más probable que actúe de forma que promueva el bienestar de los demás, incluso en situaciones en las que no hay normas o directrices específicas que seguir.
La relación entre el interés propio y la moralidad
Una de las ideas más controvertidas de “La teoría de los sentimientos morales” es la sugerencia de Smith de que el interés propio puede ser compatible con la conducta moral. Smith argumenta que los individuos están naturalmente motivados por el interés propio, y que esta motivación puede de hecho conducir a una conducta moral.
Según Smith, los individuos son capaces de reconocer que, a menudo, lo mejor para sus propios intereses es actuar de forma que se promuevan los intereses de los demás. Por ejemplo, un empresario que trata a sus empleados de forma justa y proporciona productos o servicios de alta calidad probablemente tendrá más éxito a largo plazo que otro que se centra únicamente en maximizar los beneficios a expensas de los demás.
Smith también sugiere que los individuos están motivados por el deseo de obtener la aprobación de los demás, y que este deseo puede conducir a un comportamiento moral. Cuando actuamos de forma coherente con las normas morales, es más probable que los demás nos aprueben y disfrutemos de los beneficios de la aprobación social.
Algunos críticos de la obra de Smith han argumentado que su énfasis en el interés propio socava la idea de la moralidad como un comportamiento desinteresado y altruista. Sin embargo, el propio Smith sostiene que el interés propio y el comportamiento moral no se excluyen mutuamente, y que los individuos son capaces de actuar de forma que se beneficien a sí mismos y a los demás simultáneamente.
Críticas y controversias en torno a la teoría de los sentimientos morales
Críticas y controversias en torno a la Teoría de los sentimientos morales
A pesar de su perdurable influencia, “La Teoría de los Sentimientos Morales” no ha estado exenta de críticas. Una de las principales críticas a la obra de Smith es que su énfasis en la simpatía y en el espectador imparcial es excesivamente subjetivo y carece de una norma clara para evaluar la conducta moral.
Algunos críticos también han argumentado que la obra de Smith es excesivamente individualista y que no tiene en cuenta el contexto social y político en el que se emiten los juicios morales. Por ejemplo, el énfasis de Smith en el interés propio como motivador del comportamiento moral puede ser menos relevante en sociedades en las que las normas y expectativas sociales desempeñan un papel más importante en la formación del comportamiento.
Otra crítica a la obra de Smith es que es demasiado optimista sobre la naturaleza humana y el potencial de los individuos para actuar moralmente. Algunos críticos sostienen que el énfasis de Smith en la simpatía y el espectador imparcial es poco realista, y que los individuos suelen estar motivados por el interés propio y otros deseos menos nobles.
A pesar de estas críticas, “La teoría de los sentimientos morales” sigue siendo una obra fundamental en el campo de la filosofía moral, y sus ideas continúan debatiéndose y discutiéndose en los círculos filosóficos y psicológicos contemporáneos. Aunque algunas de las ideas de Smith pueden ser controvertidas o criticables, su énfasis en el papel de la simpatía, la virtud y el espectador imparcial en el juicio moral ha tenido un impacto duradero en nuestra comprensión de la moral y la ética humanas.
Conclusión
A pesar de tener más de 260 años, “La teoría de los sentimientos morales” sigue siendo una obra muy influyente en el campo de la filosofía moral. El énfasis de Smith en el papel de la simpatía, el espectador imparcial y la virtud en el juicio moral ha tenido un impacto duradero en nuestra comprensión de la moral y la ética humanas.
Una de las razones de la perdurable relevancia de la obra de Smith es que ofrece una perspectiva única de la moralidad que hace hincapié en la importancia de las emociones, el contexto social y los rasgos del carácter individual. Las ideas de Smith sobre la simpatía y el espectador imparcial han influido especialmente en los debates contemporáneos sobre psicología moral.
Otra razón de la perdurable relevancia de la obra de Smith es que ofrece una visión matizada y compleja de la naturaleza humana. Smith reconoce que los individuos están motivados por el interés propio y otros deseos menos nobles, pero también sugiere que los seres humanos tienen capacidad para la simpatía y la virtud. Esta compleja visión de la naturaleza humana tiene importantes implicaciones para nuestra comprensión del comportamiento moral y para la toma de decisiones éticas.
En conjunto, “La teoría de los sentimientos morales” es una obra rica y compleja que sigue siendo fuente de inspiración y debate para estudiosos de diversos campos. Aunque algunas de las ideas de Smith pueden ser controvertidas o criticables, su énfasis en la simpatía, la virtud y el espectador imparcial ha tenido un impacto duradero en nuestra comprensión de la moral y la ética humanas.
FAQ
¿Cuál es el mensaje principal del libro de Adam Smith La teoría de los sentimientos morales?
El mensaje principal de “La Teoría de los Sentimientos Morales” es que la moralidad humana se basa en la capacidad natural de simpatía, y que los juicios morales son realizados por el espectador imparcial, un observador imaginario que representa la perspectiva de un tercero desinteresado.
¿Cómo ve Adam Smith la relación entre el interés propio y la moralidad?
Adam Smith sugiere que el interés propio puede ser compatible con el comportamiento moral, y que los individuos son capaces de actuar de manera que se beneficien a sí mismos y a los demás simultáneamente. Sostiene que los individuos son capaces de reconocer que sus propios intereses a menudo se sirven mejor actuando de manera que promuevan los intereses de los demás.
¿Cuál es la importancia de la virtud en la filosofía moral de Adam Smith?
Según Adam Smith, la conducta moral no es sólo cuestión de seguir reglas u obedecer órdenes, sino que también se basa en el cultivo de rasgos de carácter virtuosos como la prudencia, la justicia, la benevolencia y el autocontrol. Smith subraya que los rasgos virtuosos del carácter deben desarrollarse y cultivarse mediante la práctica y la habituación.
¿Qué críticas se han formulado contra “La teoría de los sentimientos morales” de Adam Smith?
Los críticos de “La teoría de los sentimientos morales” sostienen que el énfasis de Smith en la simpatía y en el espectador imparcial es excesivamente subjetivo y carece de una norma clara para evaluar la conducta moral. Algunos críticos también han argumentado que la obra de Smith es excesivamente individualista y no tiene en cuenta el contexto social y político en el que se realizan los juicios morales. Además, algunos críticos han argumentado que la obra de Smith es demasiado optimista sobre la naturaleza humana y el potencial de los individuos para actuar moralmente.