Comparación entre el CAPM y la teoría de precios de arbitraje

CAPM frente a la teoría de precios de arbitraje: Comprender las diferencias

A la hora de evaluar las oportunidades de inversión, los profesionales financieros y los inversores se basan en diversos modelos y teorías para evaluar la tasa de rentabilidad esperada y gestionar el riesgo. Dos marcos comúnmente utilizados son el Modelo de Fijación de Precios de los Activos de Capital (CAPM) y la Teoría de Fijación de Precios de Arbitraje (APT). Aunque ambos modelos pretenden estimar la tasa de rendimiento adecuada para un activo, difieren en sus supuestos y metodologías subyacentes. En este artículo exploraremos las diferencias entre el CAPM y la APT, sus fórmulas y sus aplicaciones prácticas.

Modelo de valoración de activos de capital (CAPM)

El Modelo de Valoración de Activos de Capital (CAPM) fue desarrollado en la década de 1960 por Jack Treynor, William F. Sharpe, John Lintner y Jan Mossin. El CAPM proporciona un marco para determinar la tasa teórica de rentabilidad que debería generar un activo en función del nivel de riesgo asumido. El modelo tiene en cuenta varios datos clave, como la tasa de rentabilidad sin riesgo, la rentabilidad esperada del mercado y la beta del activo o la cartera.
Según el CAPM, la tasa de rendimiento sin riesgo suele estar representada por el rendimiento de un bono del Estado o el tipo de los fondos federales. La beta de un activo mide su volatilidad en relación con el mercado global. Una beta de 1 indica que el precio del activo tiende a moverse en línea con el mercado, mientras que una beta superior a 1 sugiere una mayor volatilidad.
La fórmula del CAPM viene dada por:
E(ri) = rf + βi * (E(rM) – rf)
Donde:

  • E(ri) es la tasa de rentabilidad teórica adecuada para el activo
  • rf es la tasa de rendimiento sin riesgo
  • βi es la beta del activo o de la cartera
  • E(rM) es la rentabilidad de mercado esperada

Teoría de los precios de arbitraje (APT)

La Teoría del Precio de Arbitraje (APT) fue introducida por el economista Stephen Ross en 1976 como alternativa al CAPM. La APT es un modelo multifactorial que asume que los precios de los valores están influidos por múltiples factores, que pueden ser macroeconómicos o específicos de la empresa. A diferencia del CAPM, el APT no especifica la identidad ni el número de factores de riesgo, sino que proporciona un marco para estimar la rentabilidad esperada de un activo a partir de una función lineal de la sensibilidad del activo a un conjunto de factores.
La fórmula APT viene dada por:
E(ri) = rf + βi1 * RP1 + βi2 * RP2 + … + βkn * RPn
Donde:

  • E(ri) es la tasa de rentabilidad teórica adecuada para el activo
  • rf es la tasa de rendimiento sin riesgo
  • βi1, βi2, …, βkn son las sensibilidades del activo o la cartera a los factores especificados
  • RP1, RP2, …, RPn son las primas de riesgo asociadas a cada factor especificado

Principales diferencias entre CAPM y APT

Aunque el CAPM y el APT comparten el objetivo de estimar la tasa de rentabilidad adecuada para un activo, existen varias diferencias clave entre ambos modelos:
1. 1. Supuestos: El CAPM se basa en un marco de un solo factor, suponiendo que la rentabilidad esperada de un activo viene determinada únicamente por su beta y la prima de riesgo del mercado. El APT, en cambio, admite múltiples factores y no especifica el número ni la identidad de los mismos.
2. Complejidad: El CAPM es un modelo más sencillo de aplicar y utilizar, ya que requiere menos datos e hipótesis. El APT, con su estructura multifactorial, puede ser más complejo y difícil de aplicar en la práctica.
3. Identificación de factores: El CAPM proporciona un factor claro en forma de diferencia entre el rendimiento esperado del mercado y la tasa de rendimiento sin riesgo. El CAPM, sin embargo, no proporciona orientación sobre los factores específicos que deben considerarse, lo que obliga a los usuarios a identificar y cuantificar los factores pertinentes para estimar la rentabilidad esperada de un activo.
4. 4. Evaluación del riesgo: El CAPM se centra en el riesgo sistemático, que es el riesgo asociado al mercado en general. El APT permite una consideración más amplia de los riesgos, incluyendo tanto los factores sistemáticos como los idiosincrásicos.

Aplicaciones prácticas

Dadas sus diferencias, el CAPM y el APT tienen aplicaciones distintas en el análisis de inversiones y la gestión de carteras:
El CAPM, por su sencillez y su concentración en el riesgo de mercado, suele ser utilizado por los inversores para estimar la rentabilidad esperada de un activo o una cartera. Resulta especialmente útil para evaluar la relación riesgo-rentabilidad y tomar decisiones de inversión basadas en la beta del activo. El CAPM se aplica ampliamente en la valoración de activos, la evaluación del rendimiento y la determinación del coste de capital de las empresas.
La APT, con su flexibilidad y consideración de múltiples factores, se utiliza habitualmente en la investigación académica y en sofisticadas estrategias de inversión. Permite un análisis más matizado del riesgo y la rentabilidad al incorporar factores adicionales además del riesgo de mercado. La APT puede ser útil para identificar activos mal valorados, construir carteras óptimas y realizar análisis de factores de riesgo.
Es importante señalar que ambos modelos tienen sus limitaciones y se basan en determinados supuestos que no siempre se cumplen en el mundo real. La exactitud de los rendimientos esperados estimados depende de la calidad de las entradas, los datos y la idoneidad de los factores elegidos.

Conclusión

A la hora de evaluar las oportunidades de inversión, el modelo CAPM (Capital Asset Pricing Model) y la teoría APT (Arbitrage Pricing Theory) ofrecen marcos para estimar la tasa de rentabilidad adecuada de un activo. Mientras que el CAPM ofrece un modelo más sencillo de un solo factor, la APT permite un análisis multifactorial más complejo. Ambos modelos tienen sus puntos fuertes y débiles, y sus aplicaciones prácticas dependen de las necesidades y preferencias específicas de los inversores.
Comprender las diferencias entre el CAPM y el APT puede ayudar a los inversores a tomar decisiones informadas y a gestionar el riesgo con eficacia. Si consideran detenidamente las hipótesis, los datos y las limitaciones de cada modelo, los inversores pueden mejorar su análisis de la inversión y el rendimiento global de su cartera.
Fuente:

  • Investopedia: CAPM vs. Teoría del precio de arbitraje: en qué se diferencian

Esta información se facilita únicamente con fines educativos y no debe interpretarse como asesoramiento financiero.

Preguntas y respuestas

¿Qué es el modelo de valoración de activos de capital (CAPM)?

El Capital Asset Pricing Model (CAPM) es un modelo financiero que proporciona un marco para determinar la tasa teórica de rentabilidad que debería generar un activo en función del nivel de riesgo asumido. Tiene en cuenta factores como la tasa de rentabilidad sin riesgo, la rentabilidad esperada del mercado y la beta del activo o la cartera.

¿Qué es la teoría de los precios de arbitraje (APT)?

La Teoría del Precio de Arbitraje (APT) es un modelo financiero alternativo al CAPM. APT es un modelo multifactorial que asume que los precios de los valores están influidos por múltiples factores, que pueden ser macroeconómicos o específicos de la empresa. A diferencia del CAPM, la APT no especifica la identidad ni el número de factores de riesgo, sino que proporciona un marco para estimar la rentabilidad esperada de un activo a partir de una función lineal de la sensibilidad del activo a un conjunto de factores.

¿En qué se diferencian el CAPM y el APT?

El CAPM y el APT difieren en varios aspectos clave. El CAPM se basa en un marco de un solo factor y supone que la rentabilidad esperada de un activo viene determinada únicamente por su beta y la prima de riesgo del mercado. La APT, en cambio, admite múltiples factores y no especifica el número ni la identidad de los mismos. El CAPM es más sencillo de aplicar y utilizar, mientras que el APT ofrece más flexibilidad, pero puede resultar más complejo. El CAPM se centra en el riesgo sistemático, mientras que el APT permite una consideración más amplia de los riesgos.

¿Cuáles son las aplicaciones prácticas del CAPM?

Los inversores suelen utilizar el CAPM para estimar la rentabilidad esperada de un activo o una cartera. Resulta especialmente útil para evaluar la relación riesgo-recompensa y tomar decisiones de inversión basadas en la beta del activo. El CAPM se aplica ampliamente en la valoración de activos, la evaluación del rendimiento y la determinación del coste de capital de las empresas.

¿Cuáles son las aplicaciones prácticas del APT?

La APT se utiliza a menudo en la investigación académica y en estrategias de inversión sofisticadas. Permite un análisis más matizado del riesgo y la rentabilidad al incorporar factores adicionales al riesgo de mercado. La APT puede ser útil para identificar activos mal valorados, construir carteras óptimas y realizar análisis de factores de riesgo.

¿Cuáles son las limitaciones del CAPM y el APT?

Tanto el CAPM como el APT tienen limitaciones y se basan en determinados supuestos que no siempre se cumplen en situaciones reales. La precisión de los rendimientos esperados estimados depende de la calidad de los datos y de la idoneidad de los factores elegidos. Además, ambos modelos presuponen mercados eficientes y requieren estimaciones fiables del riesgo y la rentabilidad.

¿Qué modelo debo utilizar, CAPM o APT?

La elección entre CAPM y APT depende de sus necesidades y preferencias específicas como inversor. El CAPM ofrece un marco más sencillo y se utiliza ampliamente en la práctica. En cambio, el APT ofrece más flexibilidad y permite tener en cuenta múltiples factores. Si prefiere un enfoque sencillo y le preocupa principalmente el riesgo de mercado, el CAPM puede ser adecuado. Si busca un análisis más exhaustivo y tiene acceso a datos fiables sobre factores de riesgo adicionales, podría merecer la pena explorar el APT.