Coeficiente de cobertura de liquidez (LCR): Definición y cálculo
El Ratio de Cobertura de Liquidez (RCL) es un importante indicador financiero que mide la proporción de activos de gran liquidez mantenidos por las instituciones financieras para garantizar su capacidad permanente de hacer frente a las obligaciones a corto plazo. Se trata esencialmente de una prueba de resistencia cuyo objetivo es anticiparse a las perturbaciones que afectan a todo el mercado y garantizar que las instituciones financieras dispongan de suficiente capital para hacer frente a cualquier perturbación de liquidez a corto plazo que pueda producirse.
Comprender el LCR
El LCR es un requisito de Basilea III, un conjunto de normas elaboradas por el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea (CSBB). El BCBS es un grupo de representantes de los principales centros financieros mundiales, y uno de sus objetivos es obligar a los bancos a mantener un nivel específico de activos de gran liquidez y mantener ciertos niveles de solvencia fiscal para desincentivar el préstamo excesivo de deuda a corto plazo.
Según el LCR, los bancos deben mantener una cantidad de activos líquidos de alta calidad suficiente para financiar las salidas de efectivo durante 30 días. Estos activos líquidos de alta calidad incluyen únicamente aquellos que pueden convertirse fácil y rápidamente en efectivo. Existen tres categorías de activos líquidos con niveles de calidad decrecientes: nivel 1, nivel 2A y nivel 2B.
Cómo calcular el LCR
El cálculo del LCR es relativamente sencillo. Se calcula dividiendo los activos líquidos de alta calidad de un banco entre sus flujos de caja netos totales durante un periodo de tensión de 30 días. La fórmula es la siguiente
LCR = Importe de activos líquidos de alta calidad (HQLA) / Importe total de flujos de caja netos.
Por ejemplo, consideremos un banco hipotético llamado Banco ABC. El Banco ABC tiene activos líquidos de alta calidad por valor de 55 millones de dólares y 35 millones de dólares en flujos de caja netos previstos durante un periodo de tensión de 30 días. El LCR del Banco ABC se calcularía dividiendo 55 millones de dólares por 35 millones de dólares, lo que daría como resultado un LCR de 1,57 o 157%. Esto cumple los requisitos de Basilea III.
Aplicación del LCR
El LCR se propuso en 2010 y fue objeto de revisiones antes de recibir la aprobación definitiva en 2014. El requisito mínimo del 100% no entró en vigor hasta 2019. El LCR se aplica a todas las instituciones bancarias con más de 250.000 millones de dólares de activos totales consolidados o más de 10.000 millones de dólares de exposición al exterior en balance. Estos bancos, a menudo denominados instituciones financieras de importancia sistémica (SIFI, por sus siglas en inglés), deben mantener un LCR del 100%, lo que significa que deben mantener activos de gran liquidez iguales o superiores a su flujo de caja neto durante un periodo de tensión de 30 días. Los activos de gran liquidez pueden incluir efectivo, bonos del Tesoro o deuda corporativa.
LCR frente a otros ratios de liquidez
Los ratios de liquidez son una clase de parámetros financieros utilizados para evaluar la capacidad de una empresa para pagar sus obligaciones de deuda actuales sin obtener capital externo. Miden la capacidad de una empresa para hacer frente a sus obligaciones financieras a corto plazo y proporcionan un margen de seguridad. Los ratios de liquidez incluyen parámetros como el ratio de liquidez corriente, el ratio de liquidez rápida y el ratio de flujo de caja operativo. Estos ratios analizan el pasivo corriente en relación con los activos líquidos para evaluar la cobertura de las deudas a corto plazo en caso de emergencia.
El LCR es similar a los ratios de liquidez, ya que también mide la capacidad de una empresa para cumplir sus obligaciones financieras a corto plazo. Sin embargo, el LCR se centra específicamente en el requisito de que los bancos mantengan una cantidad suficiente de activos líquidos de alta calidad para financiar las salidas de efectivo durante 30 días.
Limitaciones del LCR
Aunque el LCR es una herramienta importante para evaluar la posición de liquidez de las instituciones financieras, tiene algunas limitaciones. Una de ellas es que exige a los bancos mantener más efectivo y activos muy líquidos, lo que puede inmovilizar capital y reducir potencialmente la capacidad de préstamo. Esto puede reducir la rentabilidad de los bancos.
Además, el LCR se basa en supuestos y escenarios de estrés que pueden no reflejar con exactitud las condiciones reales del mercado durante una crisis. Es difícil predecir la gravedad y duración de una crisis financiera, y el LCR puede no proporcionar suficiente colchón financiero a los bancos en todas las situaciones.
En conclusión, el Ratio de Cobertura de Liquidez (RCL) es una métrica crucial para que las instituciones financieras garanticen su capacidad de hacer frente a las obligaciones a corto plazo. Se trata de una prueba de resistencia cuyo objetivo es anticiparse a las perturbaciones del mercado y garantizar una adecuada preservación del capital. Calculando el LCR, los bancos pueden evaluar sus posiciones de liquidez y mantener un equilibrio saludable entre activos líquidos y pasivos a corto plazo. Aunque el LCR tiene sus limitaciones, sigue siendo una herramienta esencial para promover la estabilidad financiera y la resistencia del sector bancario.
Preguntas y respuestas
¿Qué es el coeficiente de cobertura de liquidez (LCR)?
El Ratio de Cobertura de Liquidez (RCL) es un indicador financiero que mide la proporción de activos de gran liquidez que mantienen las instituciones financieras para garantizar su capacidad de hacer frente a las obligaciones a corto plazo. Se trata de una prueba de resistencia que anticipa las perturbaciones que afectan a todo el mercado y garantiza que las instituciones financieras dispongan de suficiente capital para hacer frente a las perturbaciones de liquidez a corto plazo.
¿Quién ordena el LCR?
El LCR es un requisito de Basilea III, un conjunto de normas elaboradas por el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea (CSBB). El BCBS es un grupo de representantes de los principales centros financieros mundiales, y su objetivo es establecer normas para que las instituciones bancarias promuevan la estabilidad y la solidez del sistema financiero.
¿Qué activos se consideran activos líquidos de alta calidad (HQLA) a efectos del LCR?
Los activos líquidos de alta calidad (HQLA) son activos que pueden convertirse fácil y rápidamente en efectivo sin pérdida significativa de valor. Ejemplos de HQLA son el efectivo, los bonos del Tesoro, determinados títulos de deuda pública y privada y las reservas de los bancos centrales.
¿Cómo se calcula el LCR?
El LCR se calcula dividiendo los activos líquidos de alta calidad de un banco entre sus flujos de caja netos totales durante un periodo de tensión de 30 días. La fórmula es la siguiente LCR = Importe de activos líquidos de alta calidad (HQLA) / Importe total de flujos de caja netos.
¿A quién se aplica el LCR?
El LCR se aplica a las instituciones bancarias con más de 250.000 millones de dólares en activos totales consolidados o más de 10.000 millones de dólares en exposición exterior en balance. Estos bancos, a menudo denominados instituciones financieras de importancia sistémica (SIFI), deben mantener un LCR mínimo del 100%.
¿Cuáles son las limitaciones del LCR?
Aunque el LCR es una herramienta importante, tiene algunas limitaciones. Una de ellas es que puede inmovilizar capital y reducir la capacidad de préstamo de los bancos, lo que podría afectar a su rentabilidad. Además, el LCR se basa en supuestos y escenarios de estrés que pueden no reflejar con exactitud las condiciones reales del mercado durante una crisis. Es esencial reconocer que la gravedad y duración de una crisis financiera puede ser difícil de predecir con exactitud.
¿En qué se diferencia el LCR de otros coeficientes de liquidez?
El LCR está diseñado específicamente para las instituciones bancarias y se centra en el requisito de que los bancos mantengan una cantidad suficiente de activos líquidos de alta calidad para financiar las salidas de efectivo durante 30 días. Otros ratios de liquidez, como el ratio corriente y el ratio rápido, evalúan la capacidad de una empresa para hacer frente a sus obligaciones financieras a corto plazo, pero no son específicos del sector bancario.