Bombeo de cartera: Significado, historia, ejemplo

Bombeo de cartera: Comprender la práctica, su historia y ejemplos reales

El bombeo de carteras, también conocido como “pintar la cinta”, es una práctica utilizada para inflar artificialmente el rendimiento de una cartera de inversión. Consiste en comprar grandes cantidades de acciones en posiciones existentes poco antes de que finalice el periodo de información. Esta estrategia engañosa la emplean habitualmente los fondos de inversión, especialmente los que mantienen posiciones en valores ilíquidos que son más fáciles de manipular. Sin embargo, los reguladores de valores, como la Comisión del Mercado de Valores (SEC), vigilan activamente y sancionan este comportamiento. En este artículo, profundizaremos en el significado del bombeo de carteras, exploraremos su historia y ofreceremos un ejemplo real para arrojar luz sobre esta práctica poco ética.

¿Qué es el bombeo de carteras?

El bombeo de cartera es perjudicial para los inversores, ya que da una impresión inexacta del rendimiento de la cartera, lo que lleva a los gestores de inversiones a cobrar comisiones de incentivo que no están justificadas por su rendimiento real. Para ilustrar cómo funciona el bombeo de cartera, consideremos un fondo de inversión hipotético que posee acciones de XYZ Corporation, compradas a 10 $ por acción. Supongamos que estas acciones se valoran a 7 $ poco antes del periodo de referencia. Un gestor sin escrúpulos podría inflar su valor colocando un gran volumen de nuevos pedidos de acciones a un precio de oferta inflado, como 14 dólares por acción.
Al crear una demanda artificial, el rendimiento declarado del fondo aumentaría temporalmente, ya que la posición en XYZ se valoraría ahora en 14 dólares por acción en lugar de 7. Sin embargo, en los días siguientes a la manipulación, las acciones probablemente volverían a su valor real de 7 dólares.

Historia del bombeo de carteras

El bombeo de carteras fue objeto de gran atención tras la publicación en 2002 de un influyente artículo titulado “Leaning for the Tape: Evidence of Gaming Behavior in Equity Mutual Funds”. Este artículo, publicado en The Journal of Finance, presentaba pruebas claras de que el bombeo de carteras es un fenómeno generalizado.
A raíz de esta investigación, los reguladores de valores, incluida la SEC, intensificaron su supervisión del bombeo de carteras. Sin embargo, hay indicios de que esta práctica engañosa persiste a día de hoy. En 2017, un investigador de la Universidad de Texas publicó un estudio titulado “Portfolio Pumping in Mutual Fund Families”, que ponía de relieve cómo algunos gestores de fondos siguen empleando estrategias de bombeo de carteras aprovechando las lagunas legales del marco regulador.
Cabe señalar que el bombeo de carteras es más frecuente en los fondos gestionados por un único gestor que en los gestionados por equipos, con una diferencia del 45%.
En la actualidad, los gestores de inversiones poco éticos también pueden utilizar tecnologías de negociación de alta frecuencia (HFT) para perpetrar maniobras de bombeo de carteras. La SEC vigila de cerca esta práctica y puede imponer multas civiles e inhabilitar a personas para trabajar en el sector de valores como castigo por transgresiones.
Afortunadamente, las mismas tecnologías avanzadas que facilitan la manipulación también pueden utilizarse para detectarla y disuadirla. Los reguladores emplean diversos programas informáticos de análisis avanzado para vigilar las pautas de negociación sospechosas mediante el análisis de los datos de precios y volúmenes de diversos mercados.

Ejemplo real

Para ilustrar las consecuencias del bombeo de carteras, examinemos un caso notable. En 2014, la SEC acusó al fondo de cobertura Archer Advisors LLC, junto con su propietario Steven R. Markusen y un empleado, Jay C. Cope, de bombear carteras y estafar a inversores. El objetivo de la estafa eran las acciones de CyberOptics Corp, que tenían un bajo volumen de negociación.
Como las acciones representaban más del 75% de las participaciones de Archer, Markusen y Cope sabían que cualquier operación que realizaran repercutiría en su precio. Llevaron a cabo la práctica conocida como “marcar el cierre” el último día de negociación del mes, y lo hicieron 28 veces.
“Marcar el cierre” consistía en colocar múltiples órdenes de compra de acciones poco antes del cierre del mercado para hacer subir el precio de cierre, inflando artificialmente el valor de las participaciones actuales de Archer. El valor inflado se utilizaba después para calcular los rendimientos mensuales que figuraban en el folleto del fondo y para determinar las comisiones de gestión.

Sanciones por el bombeo de cartera

Los autores de estafas de bombeo de carteras son sancionados principalmente con multas impuestas por las autoridades reguladoras. La cuantía de las multas corresponde al importe defraudado a los inversores. Además, las licencias de negociación pueden ser suspendidas o canceladas como parte de las sanciones.

Bombeo de carteras y calificaciones Morningstar de fondos

Los estudios indican que algunos fondos de inversión emplean el bombeo de carteras para mejorar sus calificaciones Morningstar. Estos fondos inflan artificialmente sus valores de fin de mes en conjunción con los recortes de calificación de fin de mes de Morningstar. Aunque en un principio el bombeo se producía a finales de trimestre o de año, un mayor escrutinio ha provocado su aparición en periodos aleatorios de final de mes.

Sistemas de bombeo y descarga

Merece la pena mencionar otra práctica engañosa relacionada con el bombeo de carteras, denominada “pump and dump”. En estos esquemas, los individuos tienen una acción específica y se dedican a la publicidad falsa, recomendaciones, u otros medios para exagerar artificialmente la acción, incitando a otros a comprarla y aumentar su valor. Una vez que el valor de sus acciones ha aumentado, estas personas venden sus participaciones, beneficiándose artificialmente de los precios inflados. Esta práctica es ilegal y puede acarrear importantes pérdidas a los inversores desprevenidos.

Conclusión

El bombeo de carteras es una práctica engañosa utilizada por algunos fondos de inversión para inflar artificialmente el rendimiento de sus carteras. Al comprar acciones de posiciones existentes poco antes del periodo de información, los gestores de fondos crean una ilusión de rendimiento superior, lo que da lugar a comisiones injustificadas y engaña a los inversores. Aunque los reguladores de valores vigilan y sancionan activamente el bombeo de carteras, sigue siendo un problema persistente en el sector de la inversión. Ejemplos del mundo real e investigaciones académicas han arrojado luz sobre la prevalencia y las consecuencias de esta práctica poco ética. Como inversores, es importante ser conscientes de estas estrategias manipuladoras y actuar con la diligencia debida al evaluar las opciones de inversión. Manteniéndose informados y trabajando con profesionales de la inversión acreditados, los inversores pueden protegerse de los riesgos asociados al bombeo de carteras y tomar decisiones de inversión con conocimiento de causa.

Preguntas y respuestas

¿Qué es el bombeo de cartera?

El bombeo de cartera es una práctica engañosa en la que los gestores de inversiones inflan artificialmente el rendimiento de una cartera de inversiones comprando grandes cantidades de acciones en posiciones existentes poco antes del final del periodo de información. Esta manipulación crea la ilusión de un mejor rendimiento y puede dar lugar a comisiones injustificadas y engañar a los inversores.

¿Quién suele practicar el bombeo de carteras?

El bombeo de carteras suele ser empleado por los fondos de inversión, en particular los que mantienen posiciones en valores ilíquidos que son más fáciles de manipular. Sin embargo, es importante señalar que el bombeo de cartera no es ético y es ilegal, y los reguladores de valores vigilan y sancionan activamente este comportamiento.

¿Cómo funciona el bombeo de carteras?

En el bombeo de carteras, un gestor de inversiones realiza pedidos de gran volumen de un valor a un precio de oferta inflado poco antes de que finalice el periodo de referencia. Esto crea una demanda artificial y aumenta temporalmente el valor de la posición en la cartera. El valor inflado se utiliza entonces para calcular las métricas de rendimiento y cobrar comisiones más elevadas. Sin embargo, una vez finalizada la manipulación, las acciones suelen volver a su valor real.

¿Cuáles son las consecuencias del bombeo de cartera?

Las consecuencias del “pumping” de cartera pueden ser graves. Los inversores pueden ser inducidos a creer que el rendimiento de un fondo es mejor de lo que realmente es, lo que les lleva a tomar decisiones de inversión basadas en información falsa. Además, el bombeo de carteras socava la confianza de los inversores en la integridad de los mercados financieros y puede provocar pérdidas financieras a los inversores desprevenidos.

¿Cómo detectan e impiden los reguladores el bombeo de carteras?

Los reguladores emplean programas informáticos de análisis avanzado para supervisar las pautas de negociación e identificar actividades sospechosas relacionadas con el bombeo de carteras. Analizan los datos de precios y volúmenes de varios mercados para detectar comportamientos de negociación anómalos. Cuando los reguladores detectan casos de bombeo de carteras, pueden imponer multas civiles, expulsar a personas del sector de valores y emprender acciones legales para proteger a los inversores.

¿Está relacionado el bombeo de carteras con las estafas de “pump and dump”?

Aunque el bombeo de carteras y el “pump and dump” comparten similitudes, son prácticas distintas. El bombeo de carteras se centra en la manipulación del rendimiento de una cartera de inversiones, mientras que las estafas de “bombeo y descarga” consisten en aumentar artificialmente el valor de una acción concreta para venderla a precios inflados. Ambas prácticas son ilegales y pueden provocar pérdidas financieras a los inversores.

¿Cómo pueden protegerse los inversores del bombeo de carteras?

Para protegerse del “pumping” de cartera, los inversores deben actuar con la diligencia debida a la hora de seleccionar las opciones de inversión. Es importante investigar a fondo los gestores y fondos de inversión, teniendo en cuenta su historial y reputación. Los inversores también deben diversificar sus carteras para mitigar el impacto de una sola inversión y consultar con profesionales de la inversión de buena reputación que den prioridad a la transparencia y las prácticas éticas. Además, mantenerse informado sobre las medidas reguladoras y la evolución del sector financiero puede ayudar a los inversores a identificar y evitar posibles riesgos asociados al bombeo de la cartera.