Alivio del crédito: Qué significa, cómo funciona, críticas
La relajación del crédito es un conjunto de instrumentos de política monetaria no convencionales utilizados por los bancos centrales para facilitar la disponibilidad de crédito y liquidez en momentos de tensión financiera. Mediante la compra de activos como bonos del Estado, los bancos centrales pretenden aumentar los recursos disponibles para las instituciones financieras en momentos de tensión. En este artículo, nos adentraremos en el concepto de relajación del crédito, su aplicación y las críticas asociadas al mismo.
Comprender la relajación del crédito
La Reserva Federal, responsable de la política monetaria de un país, emplea diversas herramientas para llevar a cabo la política monetaria. Entre ellas se encuentran la fijación del coeficiente de reservas obligatorias, el tipo de descuento y la realización de operaciones de mercado abierto. Sin embargo, cuando las herramientas tradicionales de política monetaria resultan insuficientes para estimular o contraer aún más la economía, los bancos centrales recurren a la relajación del crédito.
La relajación crediticia consiste en ampliar el activo del balance del banco central. Esto la distingue de otras herramientas de política monetaria no convencional, aunque varios métodos implican la ampliación del balance del banco central. El objetivo de la relajación crediticia es estabilizar los mercados de préstamos haciendo que el banco central actúe como comprador de último recurso de determinados títulos de deuda.
Durante la Gran Recesión, la Reserva Federal recurrió a la relajación del crédito mediante la compra de grandes cantidades de bonos del Tesoro y valores respaldados por hipotecas (MBS). Esta expansión de la liquidez al sector bancario se tradujo en tipos de interés más bajos, abaratando el dinero para las instituciones. Los esfuerzos de relajación crediticia de la Reserva Federal desempeñaron un papel crucial a la hora de mitigar el impacto de la crisis financiera.
La Reserva Federal aplicó de nuevo la relajación del crédito en respuesta a la pandemia del COVID-19. El balance aumentó significativamente, proporcionando liquidez y estabilidad a los mercados financieros en un momento de agitación económica.
Alivio crediticio frente a alivio cuantitativo
La flexibilización cuantitativa (QE) es otra forma de política monetaria no convencional que implica la compra por parte de un banco central de valores a largo plazo para aumentar la oferta monetaria y fomentar los préstamos y la inversión. Aunque la relajación crediticia y la relajación cuantitativa suelen utilizarse indistintamente, existen diferencias entre ambas.
La relajación crediticia se centra en la calidad de los activos del banco central, mientras que la relajación cuantitativa se centra principalmente en la cantidad de reservas bancarias. La relajación crediticia pretende estabilizar los precios de los activos y reducir la volatilidad, mientras que la relajación cuantitativa pretende aumentar la oferta monetaria y bajar los tipos de interés.
A pesar de estas diferencias, los términos expansión crediticia y expansión cuantitativa se utilizan con frecuencia indistintamente en la práctica, denominándose expansión cuantitativa a todo esfuerzo de un banco central por adquirir activos e inflar su balance.
La relajación crediticia y la crisis financiera
Durante la crisis financiera de 2008, las herramientas tradicionales de política monetaria de la Reserva Federal fueron insuficientes para hacer frente a la magnitud de la recesión económica. En consecuencia, la Reserva Federal recurrió a la relajación del crédito como medio para aportar liquidez y estabilidad a los mercados financieros.
La Fed aplicó múltiples rondas de relajación del crédito entre 2008 y 2014. Estas rondas implicaron la compra de diversos activos, incluidos bonos del Tesoro, valores respaldados por hipotecas y obligaciones directas de empresas patrocinadas por el Gobierno relacionadas con la vivienda. Estas compras aumentaron la liquidez en el sector bancario y contribuyeron a la estabilización del sistema financiero.
Aunque la relajación del crédito logró algunos de sus objetivos, como proporcionar liquidez y eliminar activos tóxicos de los balances bancarios, también se enfrentó a críticas. Una de las críticas es la posible creación de burbujas de activos, ya que el aumento de la liquidez podría dar lugar a una asunción excesiva de riesgos y a la inflación de los precios de los activos.
Críticas a la relajación del crédito
La relajación del crédito se ha enfrentado a varias críticas, a pesar de su papel en la estabilización de los mercados financieros en tiempos de crisis. He aquí algunas de las principales críticas:
- Riesgo moral: Los críticos argumentan que la relajación crediticia puede crear riesgo moral al animar a las instituciones financieras a asumir riesgos excesivos, sabiendo que el banco central proporcionará apoyo en tiempos de dificultades. Esto puede llevar a una mala asignación de recursos y a una futura inestabilidad financiera.
- Desigualdad: Otra crítica es que la relajación del crédito puede exacerbar la desigualdad de la riqueza. Los beneficios de la relajación del crédito, como la reducción de los tipos de interés, tienden a favorecer desproporcionadamente a las personas e instituciones más ricas, mientras que quienes tienen un acceso limitado al crédito pueden no experimentar el mismo nivel de alivio.
- Distorsión de los precios de los activos: El aumento de la demanda de determinados activos resultante de la relajación del crédito puede distorsionar los precios de los activos. Esta distorsión puede dar lugar a precios erróneos y burbujas en determinados mercados, lo que podría tener consecuencias negativas cuando estalle la burbuja.
- Falta de eficacia: Algunos críticos sostienen que la relajación del crédito puede no ser tan eficaz como se pretendía para estimular el crecimiento económico. Los mecanismos de transmisión a través de los cuales la relajación del crédito afecta a la economía real pueden ser inciertos y depender de diversos factores, lo que dificulta calibrar el impacto global.
- Retos de la estrategia de salida: La salida de las medidas de relajación del crédito puede plantear retos a los bancos centrales. La retirada de la liquidez y la normalización de la política monetaria sin causar perturbaciones en los mercados financieros puede ser un delicado acto de equilibrio.
Es importante señalar que, aunque la relajación del crédito tiene sus críticas, también ha desempeñado un papel importante en la estabilización de los sistemas financieros en tiempos de crisis. Los bancos centrales consideran cuidadosamente estas críticas y evalúan los riesgos y beneficios potenciales a la hora de aplicar medidas de flexibilización del crédito.
Conclusión
La relajación del crédito es una herramienta de política monetaria no convencional utilizada por los bancos centrales para proporcionar apoyo crediticio y liquidez en momentos de tensión financiera. Mediante la compra de activos como bonos del Estado, los bancos centrales pretenden estabilizar los mercados de préstamos y mitigar el impacto de las recesiones económicas. Aunque la relajación crediticia y la relajación cuantitativa suelen utilizarse indistintamente, la primera se centra en la calidad de los activos que posee el banco central, mientras que la segunda se centra principalmente en la cantidad de reservas bancarias.
Durante la crisis financiera de 2008 y la pandemia de COVID-19, la Reserva Federal aplicó medidas de flexibilización del crédito para proporcionar liquidez y estabilidad a los mercados financieros. Sin embargo, la relajación del crédito no está exenta de críticas. Los críticos sostienen que puede crear riesgo moral, exacerbar la desigualdad de la riqueza, distorsionar los precios de los activos y no siempre ser eficaz para estimular el crecimiento económico. Además, deben considerarse cuidadosamente los retos asociados a la formulación de una estrategia de salida de las medidas de flexibilización del crédito.
A pesar de las críticas, la relajación del crédito ha demostrado ser una herramienta valiosa en tiempos de crisis, ayudando a prevenir una mayor inestabilidad financiera y proporcionando un apoyo muy necesario al sector bancario. Los bancos centrales siguen vigilando y evaluando los riesgos y beneficios asociados a la relajación del crédito, asegurándose de que su aplicación se ajusta a sus objetivos de política monetaria y a la estabilidad general de la economía.
Preguntas y respuestas
La relajación del crédito es una herramienta de política monetaria no convencional utilizada por los bancos centrales para proporcionar crédito y liquidez en momentos de tensión financiera. Consiste en la compra de activos por parte del banco central, como bonos del Estado o valores respaldados por hipotecas, para aumentar la disponibilidad de crédito en el sector bancario.
¿Cómo funciona la relajación del crédito?
La relajación crediticia funciona ampliando el activo del balance del banco central. El banco central compra determinados títulos de deuda, inyectando liquidez en el sistema financiero. Esta mayor liquidez facilita a las instituciones financieras el acceso al crédito, lo que puede contribuir a estabilizar los mercados de préstamos en tiempos de crisis.
¿Cuál es la diferencia entre la relajación crediticia y la relajación cuantitativa?
Aunque la relajación crediticia y la relajación cuantitativa se utilizan a menudo indistintamente, existen diferencias entre ambas. La relajación crediticia se centra en la calidad de los activos en manos del banco central, con el objetivo de estabilizar los precios de los activos y reducir la volatilidad. La relajación cuantitativa, por su parte, se centra principalmente en aumentar la cantidad de reservas bancarias para estimular el crédito y reducir los tipos de interés.
¿Cuáles son las críticas a la relajación crediticia?
La relajación del crédito ha sido objeto de varias críticas. Algunos argumentan que puede crear riesgo moral al fomentar una asunción excesiva de riesgos por parte de las instituciones financieras. Preocupa el aumento de la desigualdad de la riqueza, ya que los beneficios de la relajación del crédito tienden a favorecer a las personas e instituciones más ricas. Los críticos también señalan la posible distorsión de los precios de los activos y cuestionan la eficacia general de la relajación del crédito para estimular el crecimiento económico. Los retos asociados a la formulación de una estrategia de salida de las medidas de relajación del crédito también son objeto de críticas.
¿Ha sido eficaz la relajación del crédito para estabilizar los mercados financieros?
Sí, la relajación del crédito ha desempeñado un papel importante en la estabilización de los mercados financieros en tiempos de crisis. Por ejemplo, durante la crisis financiera de 2008 y la COVID-19 pandemia, las medidas de flexibilización del crédito aplicadas por los bancos centrales proporcionaron liquidez y estabilidad al sistema financiero. Estas acciones ayudaron a mitigar el impacto de las recesiones económicas y evitaron una mayor inestabilidad financiera.
¿Existen riesgos asociados a la relajación del crédito?
Sí, existen riesgos asociados a la relajación del crédito. Uno de ellos es la posible creación de burbujas de activos, ya que el aumento de la liquidez puede llevar a una asunción excesiva de riesgos e inflar los precios de los activos. La relajación del crédito también puede crear riesgo moral, ya que las instituciones financieras pueden asumir riesgos excesivos, sabiendo que el banco central les prestará apoyo en momentos de dificultad. Además, la retirada de liquidez y la normalización de la política monetaria sin causar perturbaciones en los mercados financieros pueden plantear retos a los bancos centrales.
¿Cómo deciden los bancos centrales cuándo aplicar la relajación del crédito?
Los bancos centrales evalúan cuidadosamente el estado de la economía y de los mercados financieros para determinar cuándo aplicar medidas de relajación del crédito. Consideran factores como la gravedad de la tensión financiera, el impacto en el sector bancario y los riesgos y beneficios potenciales de la relajación del crédito. La decisión de aplicar la relajación del crédito suele tomarla el comité de política monetaria o el órgano de gobierno del banco central, teniendo en cuenta su mandato de mantener la estabilidad de precios y promover el crecimiento económico.